Luz del Carmen Sosa
El Diario
El padre de familia se ajusta las gafas que se quitó segundos antes para limpiar sus lágrimas.
"Es por impotencia, es enojo, es dolor, todo se acumula. Pero sabe qué es lo peor, el trato que le dan a uno aquí, yo soy víctima", dice el hombre que accede a dar una entrevista en el exterior de las instalaciones de la Fiscalía General del Estado en la Zona Norte.
Su presencia en el recinto oficial no es voluntaria. Acude a reclamar el cadaver de su hijo, quien fue asesinado el sábado anterior en la segunda jornada más violenta del año.
"Me traen a vuelta y vuelta, ahora me dicen que no me pueden entregar el cuerpo de mi hijo hasta que no esté el resultado de la necropsia de ley por escrito en el escritorio de la agente del Ministerio Público", dice el padre que pide la reserva de su nombre y del de su hijo.
Eso le dijeron el domingo, luego el lunes y otra vez vez le dijeron lo mismo hoy.
"Yo sólo quiero darle cristiana sepultura a mi hijo. Llevarlo a mi casa, verlo", dice compungido el padre a sabiendas que en casa la madre del hombre asesinado también espera el cuerpo lastimado de su hijo.
Él asegura que es poco el personal que atiende a las víctimas del delito de homicidio y carecen de calidad humana en su atención.
"El gobernador Corral debe poner atención a esto, porque si no nos da justicia al menos que nos deje enterrar a nuestros muertos pronto", reprueba.
En el exterior de la FGE al menos cuatro familias, también de las personas asesinadas el pasado fin de semana, enfrentan la misma situación.
Reclaman a sus seres queridos y no hay autorización para la salida de los cadáveres del Servicio Médico Forense.
Se le preguntó al vocero cuál era el motivo del retraso en la entrega de los cuerpos, pero dijo desconocer el motivo.
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