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Comprueba tortura acusado de asesinato

Staff/
El Diario

2017-06-01

Uno de los tres hombres acusados de asesinar a un guardia de seguridad para despojarlo de 190 mil pesos propiedad de la empresa para la que laboraba, en abril del 2015, resultó positivo al Protocolo de Estambul y los otros dos implicados negativo.

El interno que denuncia haber sido torturado, Carlos Alberto Arvizu Valles, decidió irse a un juicio oral y Luis Gerardo Gallegos Montelongo y Óscar Galván Pérez se van a apegar a un procedimiento especial abreviado.
Se trata de un caso registrado en mayo del 2015 cuando Gallegos Montelongo, hijastro de la víctima Humberto Vázquez Escajeda al parecer planeó robar a su familiar político junto con Galván.
Los hechos sucedieron el 24 de abril de 2015 entre las 18:00 y las 20:00 horas cuando presuntamente Luis Gerardo Gallegos y Óscar Galván Pérez se aprovecharon de la confianza que existía entre ellos y la víctima para abordar el vehículo de éste último, un Hyundai Accord color blanco y modelo 2010.
Cuando ese mueble circulaba sobre en la carretera federal Panamericana en el tramo Juárez-Ahumada a la altura de la subestación de la Comisión Federal de Electricidad y del Cefereso 9 Norte, Gallegos Montelongo asesinó con arma de fuego a Vázquez Escajeda.
Desde la audiencia de vinculación a proceso el presunto homicida denunció que a Carlos Alberto Arvizu únicamente le llamaron para que los recogiera después de que abandonaron el automóvil de Vázquez Escajeda y que él los llevó a un departamento ubicado en la colonia Hidalgo, pero desconocía lo ocurrido.
En la entrevista realizada el pasado 7 de marzo a Arvizu Valles como parte del Protocolo de Estambul, dijo que el 30 de abril del 2015 se encontraba en su casa cuando llegaron varios agentes ministeriales quienes cerraron las salidas de la casa y seis de los elementos le pidieron que abriera la puerta y al hacerlo lo pusieron contra la pared y le preguntaron dónde estaba el dinero, diciéndole que no se hiciera tonto.
Denunció que lo golpearon, le taparon el rostro, le dieron descargas eléctricas y lo obligaron a firmar una declaración autoincriminatoria.

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