Fernando Aguilar/
El Diario
Sólo uno de cada cinco casos atendidos en las áreas de Urgencias de los tres hospitales estatales de Ciudad Juárez es una emergencia real, revela un análisis de datos estadísticos oficiales.
El año pasado, en conjunto, los servicios en los tres nosocomios registraron una demanda de 40 mil 650 atenciones, de las que, según los números de la Dirección General de Información en Salud (DGIS) del Gobierno federal, tan sólo 7 mil 792 –la mayoría en el Hospital General– representaban un riesgo para la persona.
En 2015 y 2014, el 15.87 y el 5 por ciento, respectivamente, constituyeron urgencias calificadas.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-040-SSA2-2004, una urgencia calificada es aquel problema de salud que habitualmente se presenta de forma súbita, que pone en riesgo la vida, un órgano o función del paciente, motivo por el que requiere atención médica inmediata.
Según la DGIS, con 21 mil 955, el Hospital de la Mujer fue en 2016 la unidad médica que mayor cantidad de urgencias no calificadas registró, una cifra que resulta desproporcionada en comparación con las 19 calificadas contabilizadas ahí.
En contraposición, revelan estos datos, en el Hospital General, 73 de cada 100 atenciones fueron verdaderamente emergencias.
Ahí predominaron, en este orden, cuestiones de carácter médico y los accidentes, envenenamientos y lesiones causadas por los distintos tipos de violencia.
Desde el punto de vista de Lorenzo Soberanes Maya, expresidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Juárez, esta información demuestra que prevalece una falta de conocimiento entre los derechohabientes sobre lo que es y no una situación crítica que demanda atención sin demoras.
“El problema es que yo puedo entender que para alguien, el que su hijo tenga fiebre es una emergencia. El componente emocional hace que se angustie y presione porque para esa persona es una emergencia y quiere que se le resuelva, pero a lo mejor hay otra situación que sí tiene más gravedad”, comentó.
Para el médico, actual vicepresidente de la sección de Salud de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), el abuso en este tipo de servicios trae consigo que se vaya gestando cierta “insensibilidad” entre los trabajadores del Sector Salud.
“El problema es cultural. Evidentemente, va aparejado del concepto de que ‘yo pago, tengo derecho’, de que ‘si yo pago las cuotas, yo tengo derecho de exigir que se me atienda y se me atienda bien. Y llego, me siento con derecho de ofender y de agredir, porque yo pago; por mí vives’”, dijo.
Los servicios de Urgencias operan bajo un protocolo de intervención que se llama TRIAGE y se subdivide en tres colores según la gravedad de la situación que se presente: azul, verde, amarillo, naranja y rojo. (Fernando Aguilar / El Diario)
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