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‘Placean’ a Adriana Fuentes

Itzel Ramírez/
El Diario

2017-05-27

El priismo, con sus más tradicionales prácticas, estuvo ayer al servicio de Adriana Fuentes.
Escoltada por sus compañeras de bancada, líderes de sectores y vecinales, todos en riguroso rojo PRI, la diputada asevera que su camino en la política sigue, no se va pronto.
Camiones, agua, palomitas, baños móviles, hicieron acto de presencia para entretener a las personas que, obligado pase de lista de por medio, acudieron a que la diputada Fuentes pusiera ayer la primera piedra de un gimnasio en la colonia El Mezquital.
Según sus cálculos, el gimnasio que costará 15 millones de pesos tendría que estar terminado en diciembre de este año. Ayer solamente se puso la primera piedra, la construcción total tendrá que esperar, toda vez que la licitación, a cargo del Municipio, no ha sido ni siquiera publicada.
Al bajar de una camioneta a Fuentes la arropan las diputadas Karina Velázquez e Imelda Beltrán. Están también Laura Tapia, regidora, Aarón Yáñez, síndico y Luis Murguía, de la Fundación Colosio.
Dos rompen el código de vestimenta, primero, la propia legisladora Fuentes, que cambió los tacones que usualmente porta en las sesiones del Congreso por zapatos bajos, jeans arremangados y blusa de lino bordada. La otra es Mayra Chávez, la dirigente local del PRI, que llega con blusa negra, desentonando con el resto de liderazgos sectoriales del tricolor, todos de rojo.
Aparece
Cinco minutos de saludos detienen la llegada de Fuentes al frente del templete. Ella, sonriente, no niega una sola ‘selfie’, abrazo o beso solicitado.
“No es un destape, tengo muchos años trabajando en esto, yo me comprometí, es lo que vengo diciendo, no es una promesa de campaña, es un compromiso que hice, así como los compromisos que he estado haciendo, los he estado cumpliendo”, cuenta la diputada.
Bajo el sol de Juárez, la esperan vecinos no solamente de El Mezquital. Adolescentes y niños con uniforme de futbol, adultos mayores, todos con botellas de agua, aguantan los discursos de bienvenida a la diputada.
“Hay que esperar, pero si ustedes me preguntan, ¿voy a seguir en política?, por supuesto que voy a seguir en política, aquí estamos y le vamos a poner todos los kilos.
“Que (Armando Cabada) me tenga miedo, que no me tenga miedo, él tiene derecho a seguir, ¿no?, igual que uno, sin embargo, digo, a lo que vaya, voy con todo”, remata entre risas la priista, que, al inicio de su discurso, deja claro su orgullo por militar en el tricolor.
“Me mencionan para muchas cosas pero yo creo que ahorita tenemos mucho que sacar en el Congreso de la Unión”, cuenta. Poco después presume que se ha reunido en los últimos días con presidentes municipales de Creel, Urique y Bachíniva.
La diputada pregunta a la multitud por la autoría de las gestiones para el gimnasio.
“Fue Cabada”, contesta un niño.
“No, es ella, la del reloj”, contesta su compañero, señalando a Fuentes.
A la hora de los aplausos, después de que la diputada ha prometido que no habrá cuotas para los usuarios del gimnasio, el niño confundido aplaude y silba.
Tras casi 40 minutos de discurso, Fuentes estrena casco y chaleco de construcción, mueve la pala, posa para la foto y se da por inaugurada la puesta de la primera piedra.
Se van los priistas, todos, menos Fuentes. Se van los 9 camiones, algunos a mitad de su capacidad, con la gente que trasportaron para el evento.
La diputada se queda a atender peticiones, quejas, reportes.
Se quedan también haciendo línea, algunos vecinos, están regalando palomitas. Las entregan en bolsas de papel y antes las sacan de un contenedor improvisado: bolsas negras, de esas que se usan para la basura.

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