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Dependen aquí del TLC 264 mil trabajadores

Martín Coronado/
El Diario

2017-05-19

Uno de los asuntos más temidos para la economía juarense se empezó a concretar ayer luego de que el presidente Donald Trump presentó ante legisladores un aviso formal de que solicitará a México y Canadá renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
De ese acuerdo comercial dependen cerca de 300 maquiladoras en Ciudad Juárez, que dan empleo a más de 264 mil trabajadores y que constituye el pilar económico de la ciudad.
Mientras algunos de los especialistas en comercio exterior creen que no habrá cambios que afecten al sector industrial, otros piensan que los cambios tendrán un mínimo impacto para el sector maquilador, y en un escenario más catastrófico se podría eliminar totalmente el tratado elevando el costo de la manufactura en México.
Finalmente, explican, lo que importa es cómo quedarán los costos de manufactura, factor decisivo con el que las empresas determinarán si se van o se quedan.
El presidente del colegio de Fiscalistas de Ciudad Juárez, Mario Hernández Contreras, explicó que tras el aviso entregado ayer por Trump a los legisladores, viene un período de 90 días antes de empezar a negociar.
Entonces se determinará cuáles capítulos interesa negociar, en un proceso que no tiene límite de tiempo, pero que a juzgar de los especialistas tomará año y medio, aproximadamente hasta finales del 2018 o principios del 2019.
Hernández Contreras plantea tres escenarios. En un primer escenario, se espera que se trate de una “negociación cosmética”, sin cambios relevantes.
Un segundo escenario planteado por Hernández Contreras indica una “negociación profunda”, con una gama amplia de posibilidades, en donde los tres países tomarían capítulo por capítulo para ver cuáles se cambiarán.
Uno de los más probables a modificar, explica, es el de las reglas de origen, en el que se limitaría el origen de los insumos que se utilizan para fabricar los bienes que pueden fluir bajo normas de libre comercio, es decir, sin pagar aranceles.
El especialista explicó que actualmente sólo la industria automotriz tiene este candado. Para que un auto se exporte entre los tres países sin aranceles debe tener por lo menos el 30 por ciento de insumos de México, Canadá o Estados Unidos para que pueda fluir bajo el TLCAN. El 60 puede venir de fuera, lo que implica la posibilidad de generar empleo en naciones ajenas al tratado. Es lo que Estados Unidos trata de evitar.
Hernández Contreras explicó que hay muchas otras ramas industriales sin estos candados y que se pueden producir artículos en México con insumos de países ajenos al TLCAN y luego mandarlos a Estados Unidos sin aranceles.
Para Estados Unidos agregar un candado sobre el origen de los insumos, resulta en una ganancia que Trump puede presentar políticamente como una mejoría para el empleo, que ha sido su promesa desde la campaña. Para México también implica una ganancia, afirmó, porque todos los insumos que vienen de países ajenos al tratado se deberán producir en la región, lo que implica más oportunidades de desarrollo económico.
Aparte hay más oportunidades de cambio como el comercio electrónico, la energía –que ya se ha venido abriendo–  y otros que convienen a ambos países.
En un tercer escenario, en el caso de que Trump decida terminar el TLCAN y de imponer gravámenes nuevos, entonces el más afectado sería el consumidor y las empresas estadounidenses, explicó el fiscalista.
Para México el impacto es mínimo porque sólo pagaría un impuesto promedio de 2.5 por ciento –a menos que Estados Unidos lo suba unilateralmente–. De cualquier forma, el más afectado sería Estados Unidos porque sería más caro para sus empresas producir, y para su población los productos costarían más, agrega el fiscalista.
En cuanto a las importaciones, dijo el fiscalista, tiene la oportunidad de reducir los impuestos por instrumentos ajenos al TLCAN, como la Regla Octava, Programas Sectoriales, o por la ley General de Importación. Pero al exportar los productos, habrá que atenerse a lo que decida Estados Unidos.
Hernández Contreras dijo que en el momento en el que se decidan los cambios, las empresas tendrán que hacer sus cálculos de costos, y ver si aún sin TLCAN resulta más barato producir aquí o en otro país. Dijo que es muy difícil que Trump logre igualar a punta de impuestos los costos de Estados Unidos con los de México porque las empresas no lo dejarán.
Víctor Yanar Ríos, especialista en Comercio Exterior del despacho fiscal BéndiksenLaw afirmó que de no lograr un acuerdo sobre la renegociación del tratado, cualquier resolución tomada independientemente por Estados Unidos, sin el acuerdo de sus socios comerciales podría disparar mecanismos como aranceles en productos clave por parte de México y Canadá, y se tendrá que resolver a través de una controversia ante la Organización Mundial de Comercio.
Yanar Ríos dijo que México cuenta con un buen equipo de negociadores, y que salvo una decisión abrupta y nada política por parte de Trump, la “modernización” del tratado, puede traer grandes beneficios al país con las Reglas de Origen, el comercio eletrónico, los trabajadores temporales para el cambio estadounidense, que son temas que han estado brotando últimamente.

mcoronado@redaccion.diario.com.mx

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