Fernando Aguilar/
El Diario
El gran crecimiento en el número de vendedores ambulantes es una muestra de que las familias no pueden subsistir con los bajos salarios que predominan en el empleo formal en la ciudad, señalaron representantes de organizaciones sociales.
Datos del último informe Así Estamos Juárez 2017 del Plan Estratégico de Juárez indican que este comercio informal pasó de tener 612 vendedores en 2014 a 17 mil 378 el año pasado.
En días pasados, Alejandra Molina Molina, directora de Comercio municipal, atribuyó este crecimiento a que los permisos para que los comerciantes puedan instalarse son gratuitos a diferencia de años pasados.
Desde el punto de vista de Alcides Flores Martínez, director ejecutivo de Ciudadanos Organizados para el Desarrollo Integral de las Comunidades (Codic), esta situación es una muestra de que, como los salarios no han aumentado de forma importante, las personas tienen que abastecerse en el ambulantaje.
Para la socióloga Catalina Castillo Castañeda, directora de la Organización Popular Independiente (OPI), este hecho es apenas una pequeña evidencia de que las personas están recurriendo a los mercados informales para subsistir porque no les alcanza.
“El sueldo formal no alcanza. Si lo vemos desde una perspectiva, se están violando los derechos de las personas: el derecho a la alimentación, a la educación. Vemos el mercado informal, pero también hay un mercado negro, donde muchas amas de casa están haciendo uso de su cuerpo para completar la canasta básica o sobrevivir”, dijo.
Hernán Ortiz Quintana, director de Ciudadanos por una Mejor Administración Pública (Comap), dijo que el ambulantaje tiene que atenderse correctamente porque, de lo contrario, en lugar de ser una oportunidad para el desarrollo económico, puede convertirse en competencia desleal para el comercio establecido.
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