Blanca Carmona/
El Diario
Dos hermanos –uno de ellos exagente de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM)– fueron absueltos después de permanecer casi 6 años presos acusados de extorsión y luego de que se probó que fueron torturados y enjuiciados con declaraciones falsas.
Un juez federal ordenó que se repusiera parcialmente un juicio oral para que se llevara a cabo y valorar los resultados del Protocolo de Estambul a Juan Francisco y Carlos Alberto Ávila Guevara así como el análisis de otras pruebas obtenidas bajo tortura.
Los hermanos Ávila fueron arrestados septiembre del 2011 junto con Juan Eduardo Díaz Torres, “El Lalo”; Juan de Dios Fierro Márquez y un menor de 16 identificado como Daniel, “El Negro”, y fueron presentados a los medios de comunicación como integrantes de la banda “Los Juanes” y responsables de cobrar la “cuota” al propietario de una herrería.
Desde esa fecha los familiares del policía Juan Francisco, de Fierro Márquez y Díaz Torres denunciaron que ellos habían sido sacados de sus viviendas sin orden de cateo y que eran inocentes.
En el juicio oral todos dijeron haber sido golpeados y sometidos a tratos humillantes y degradantes por parte de agentes ministeriales de la Unidad de Delitos Antiextorsión de la Fiscalía estatal.
En ese juicio, llevado a cabo en el 2013, Juan Eduardo dijo haber sido torturado para acusar a los hermanos Ávila Guevara y también reconoció ser responsable de cobrar el denominado derecho de piso.
Pero el Tribunal de Juicio Oral –conformado por los jueces Florina Coronado Burciaga, Jesús Manuel Medina Parra y Claudia Domínguez Curiel– consideró que se trataba de un argumento defensivo y desestimaron los señalamientos de tortura concluyendo que eran dichos no probados.
En abril del 2013 los jueces sentenciaron a los hermanos y a Juan Eduardo Díaz Torres a la pena vitalicia. A Ese enjuiciamiento no llegó Juan de Dios Fierro y el menor de edad fue condenado a 11 años de cárcel, de acuerdo a datos periodísticos.
Sin embargo, en 2015 los hermanos Ávila Guevara ganaron un amparo en el que un juez federal ordenó al Tribunal de primera instancia reponer parcialmente el juicio oral sin anularlo por completo sólo para que escucharan los resultados del protocolo de Estambul practicados a los Ávila y a Juan Eduardo.
Incluso el juez federal ordenó al Tribunal que recabara pruebas y le instruyó que analizaran las declaraciones de los familiares de los procesados e incluso un video donde se observa a los acusados golpeados, particularmente al expolicía se le ve una inflamación en la frente.
El jueves pasado alrededor de las 11 de la noche, después de recibir estas pruebas, el mismo Tribunal que emitió la sentencia vitalicia, absolvió a los hermanos Ávila Guevara.
Mientras que Juan Eduardo Díaz Torres no solicitó el amparo y la reposición del juicio no lo incluyó a él aunque resultó positivo al Protocolo de Estambul en lo que respecta al área psicológica y negativo en cuanto a lo médico.
En su declaración dijo que fue golpeado por los ministeriales y que le echaron un spray en el rostro para obligarlo a implicar a los Ávila.
Los hermanos Juan Francisco y Carlos Alberto continúan presos y podrán salir libres hasta que la sentencia absolutoria cause estado o quede firme.
El próximo jueves el Tribunal dará lectura a la sentencia o la enviará al agente del Ministerio Público (MP), a la defensa y a los procesados vía electrónica y a partir de esa fecha el MP tendrá 10 días para interponer el recurso de casación si lo considera necesario en caso contrario el 2 de junio los Ávila quedarán libres.
La denuncia de la víctima
En la denuncia interpuesta por la víctima –cuya identidad se encuentra bajo reserva judicial–, y de la cual fueron acusados los hermanos Ávila y las otras tres personas, se detalla que el 7 de agosto del 2011 alrededor de las 17:00 horas se percató de que alguien arrojó un papel con un recado en su domicilio.
El recado decía “último aviso, o pagas o se muere tu mamá, si piensas que es una broma atente a las consecuencias”. Y al día siguiente le llamaron para exigirle 120 mil pesos, cantidad que reunió y la entregó.
El 19 de agosto del 2011 la víctima volvió a recibir una llamada extorsiva en la que le pedían 3 mil 500 pesos.
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