Fernando Aguilar/
El Diario
Mientras la desnutrición infantil muestra una sostenida tendencia a la baja desde hace tres años, la obesidad es una enfermedad que continúa mermando el bienestar de los niños que viven en esta ciudad, exhiben números de las autoridades del Sector Salud.
Reportes oficiales obtenidos vía el sistema de Transparencia indican que los Servicios de Salud de Chihuahua detectaron entre 2014 y 2016 mil 776 casos de este problema, de los cuales 876 eran mujeres y 900 hombres de cero a 14 años.
La misma fuente refiere que en el mismo período, mil 782 niños fueron encontrados con desnutrición leve, moderada o severa, pero la diferencia es que mientras ésta ha presentado una disminución, las cifras relativas a la obesidad caen y luego repuntan.
En 2014, las autoridades contabilizaron 744 casos, en 2015 fueron 492 y el año pasado la cifra se elevó, otra vez, a 540.
En cambio, la desnutrición en cualquiera de sus tres grados baja: por ejemplo, la desnutrición leve –la que más afecta a la niñez según lo que puede advertirse de estas estadísticas– pasó de mil 06 en 2014 a 833 en 2016.
Aunque para organizaciones de la sociedad civil que trabajan en torno al tema representan una alerta permanente, estas cifras cobran relevancia en una fecha como hoy en la que se celebra el Día del Niño entre dulces, pasteles, azúcares y grasas.
En este contexto, un estudio de la revista El Poder del Consumidor ofrece una posible interpretación de la razón por la que la obesidad simplemente no disminuye: la regulación de los comerciales de televisión relativos a los alimentos chatarra ha sido una mera simulación.
De acuerdo con este análisis que se puede consultar en Internet, los niños mexicanos siguen bombardeados de publicidad que facilita el consumo de ese tipo de productos, lo que, a su vez, le prepara el terreno a la obesidad.
Entre las conclusiones más relevantes de este trabajo realizado por esa publicación en conjunto con la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) destaca el hecho de que cada año se transmiten en televisión abierta, en promedio, 13 mil 56 anuncios de “comida chatarra” en los programas y horarios más vistos por los niños.
El estudio califica al esfuerzo por regular como “insignificante en su cobertura”, pues advierte que no lo hace ni con los horarios ni con los programas más observados por ellos, ni tampoco con “las herramientas de engaño y manipulación”.
“La Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, que incluye la regulación de esta publicidad, ha fracasado en proteger los derechos de la infancia”, sentencia el documento disponible en línea.
Además, la publicación critica que lo que llama “criterios nutrimentales laxos” permite que en la televisión aparezcan anuncios de productos con altos niveles de azúcar como néctares, yogures y cereales de caja para desayunar. (Fernando Aguilar / El Diario)