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El Diario
“Cuando me lo entregaron le dijeron que si yo había ido a poner una demanda iban a regresar a matarlo frente a su mamá. Lo que hicimos fue irnos del país a un lugar donde se habla inglés, sin saber ese idioma y mucho menos francés, que es lo que se habla allá. Nos tuvimos que ir y dejarlo todo, como si nosotros hubiéramos hecho algún daño. Salimos huyendo y no sabíamos ni de quién”, expresó la madre de una persona víctima de secuestro ante un Tribunal de Enjuiciamiento.
Se trata del juicio oral número 37/19 que se sigue en contra de David Gerardo Omar Enríquez Herrera alias “El Sombras” acusado del delito de secuestro agravado y correspondiente a hechos ocurridos el 20 de abril del 2009.
La víctima –en esa fecha de 18 años y cuya identidad quedó bajo reserva judicial– fue plagiada la noche de ese día. Cuando salió a dejar a su novia un grupo de hombres lo interceptó en las calles Rincón Río Lonches y Rincón Río Bravo del fraccionamiento Riberas del Bravo.
De acuerdo a datos periodísticos basados en reportes oficiales, los secuestradores viajaban en una camioneta negra y en una van de color obscuro y utilizaron un arma de fuego para obligar a la víctima a descender de su vehículo para abordar uno de esos muebles y luego lo llevaron a una casa de cautiverio ubicada en el mismo fraccionamiento donde permaneció por espacio de 24 horas.
Ayer la testigo, de identidad reservada, dijo al Tribunal de Enjuiciamiento que la noche del 20 de abril su hijo y su nuera salieron de su casa y a los 20 minutos ella regresó para decirle que se habían llevado a su hijo.
Por lo que la testigo llamó al 060 y después se dirigió al lugar donde su hijo había sido privado de su libertad. En el camino y por la desesperación que sentía interceptó a un grupo de agentes federales y militares que se encontraban afuera de una tienda de conveniencia para señalarles lo ocurrido. Después a ella se le recomendó presentar la denuncia.
Esa misma noche un hombre se comunicó con ella para decirle que tenían a su hijo pero ante su desesperación, el secuestrador le señaló que no iba a hablar con ella, que le pasara a una “persona más serena”. La llamada fue atendida por el abuelo de la víctima a quien le pidieron 100 mil pesos por la libertad de su ser querido.
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