Itzel Ramírez/
El Diario
A 7 años de la masacre en Villas de Salvárcar, Aarón y Gloria, vecinos del sector desde finales de los 90, consideran que las heridas han cerrado.
“Tenía miedo de la inseguridad pero al cabo de algunos años todo volvió a la normalidad, es un fraccionamiento muy tranquilo”, expresó Aarón, quien junto con su esposa Gloria, llevó a sus hijos y nietos a un festival del Día del Niño realizado en el parque “Villas de Salvárcar”.
El espacio construido en honor de las víctimas de la masacre de 2010, en la que hubo 16 muertos y 12 heridos, se llenó ayer de brinca brincas, pelotas, hot dogs, algodones de azúcar, churros, raspas y payasos, como parte de un festival del Día del Niño, organizado por la diputada local Liliana Ibarra.
“Mis hijos ya están grandes, tengo uno de 15 años y yo los veo tranquilos a ellos que andan aquí en el parque, van y vienen, mi hijo aquí viene a jugar futbol americano, se me hace muy tranquilo ya para ellos”, dijo Gloria.
De los 18 años que llevan viviendo en Salvárcar, lo que ha cambiado a raíz de la masacre, ha sido la presencia policiaca.
Aarón ya se acostumbró a los constantes rondines de la Policía Municipal, de la Ministerial, de Tránsito, la estatal y hasta del Ejército.
También se han acostumbrado a las carencias. Gloria relató que el alumbrado público había sido un problema hasta recientes fechas, cuando fue reparado.
“Pero todo está bien, todo sigue tranquilo aquí”, apuntó.
Para los niños, a los que con anterioridad se les entregaron boletos para poder participar en el evento, también hubo burritos, sodas, pastel y bolsas de dulces, donadas éstas por el DIF municipal.
“Adminístralas bien, que al rato te va a llegar mucha gente”, le advirtió el presidente municipal, Armando Cabada –que acudió a inaugurar el evento–, a Ibarra, que vestía, al igual que su equipo, gorra y blusa bordadas con su nombre y el logotipo del grupo parlamentario del PAN en el Congreso.