Karen Cano/
El Diario
Luego de que la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) y la empresa de Gas Natural del Norte se deslindaran de la responsabilidad del flamazo que ocurrió en el fraccionamiento Villa Jardín, los residentes sólo piden una cosa: que les aseguren que no volverá a ocurrir.
El pasado martes Roberto Arias se encontraba cocinando, cuando abrió la llave del lavapatos y en vez de agua surgió un gas que en contacto con el fuego de la estufa provocó una explosión que le quemó las manos.
“Acabo de abrir la toma del gas, y del agua. Las abrimos y las cerramos, no nos sentimos seguros de utilizarlos”, dijo.
Por ello, él y su familia se bañan y comen en la casa de un familiar que vive cerca, pero fuera del fraccionamiento.
En la casa de enseguida, casi al mismo tiempo, la lavadora de su vecino que se encontraba en funcionamiento, explotó; y por lo general todos presenciaron el fenómeno de cómo salía una sustancia gaseosa del lugar de donde tenía que salir agua potable.
“Los de Gas Natural han estado muy atentos, se siguen dando sus vueltas, nos comprobaron que las tuberías de gas no tienen relación en el incidente. Pero los de la Junta Municipal no, ellos nos comprobaron que el agua estaba potable, pero hasta un día después del accidente”, comentó otro de los vecinos, que no quiso dar a conocer su nombre.
Para cocinar han optado por utilizar agua purificada de garrafones, y las labores de limpieza son realizadas con zozobra.
Dijo que para él, la instancia responsable es la JMAS, dado que no les han dado una explicación que satisfaga su incertidumbre.
“Pasaron los aparatos por las tuberías de gas, y no detectaron nada; las pasaron los medidores de agua, y se volvieron locos”, relató, refiriéndose a los aparatos de medición de concentración de gas con los que ambas empresas han estado haciendo los respectivos análisis.
La JMAS informó que se han realizado análisis de explosividad en el drenaje sanitario, y que no encontraron indicios de concentración de gases.
Asimismo se desfogó la línea general de agua potable por medio del hidrante, ya que manifestaban los vecinos que el agua tenía un color obscuro, por lo que se procedió a limpiarla, dejando el hidrante abierto cerca de media hora.
El color del agua, argumentaron, es por la concentración de manganeso.
Esto mientras que Gas Natural del Norte se deslindó de la responsabilidad desde el jueves.
“A través del monitoreo con los aparatos no encontramos ninguna fuga y ningún indicio de gas natural en el agua.
Volvimos a dejar los suministros como estaban, funcionando correctamente”, informó Antonio Ruiz Nájera, vocero de Gas Natural del Norte.
Por su parte, Protección Civil ha indicado que es necesario que ambas empresas entreguen sus informes para poder así determinar cuál fue la causa.
Mientras tanto, las familias de este lugar se mantienen a la expectativa, y temerosos de otra explosión. (Karen Cano)
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