Luz del Carmen Sosa/
El Diario
Es instructor de tiro, de acondicionamiento físico y disciplina en la Academia de Policía Municipal. También es miembro retirado del Ejército Mexicano y ha sido policía preventivo por varios años.
Su vida la ha combinado entre la milicia y la Policía preventiva, pero su deseo por superarse y aprender nuevas cosas lo llevaron a buscar una carrera que no requiere armas.
Santiago Martínez viste orgulloso su uniforme azul y en su andar erguido se observa su formación militar, sin embargo, su cuerpo, rostro y voz se transforman cuando el oficial muestra su otra pasión: la poesía.
Y ahora además, este hombre de 54 años, es orgulloso estudiante del segundo semestre de la licenciatura en Administración Pública en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH).
También es un amante de las letras y la danza folclórica.
Entre todas sus actividades policiales y ahora como estudiante universitario, está formando un grupo de danza entre cadetes e instructores.
Las dos principales piezas son la tradicional “Danza de los Viejitos”, originaria del estado de Michoacán, con la que pretende visibilizar a este grupo vulnerable y la “Danza del Venado”, la más representativa de los estados de Sonora y Sinaloa.
El objetivo es incentivar la proximidad social del policía a través de las artes y estimular sus múltiples talentos.
El instructor de tiro tiene una formación militar y es reconocido por los altos estándares de disciplina que impone a los cadetes y elementos a su cargo.
Él ha encontrado en Alfredo Velazco, director de la Academia de Policía, un gran aliado, por ser el principal promotor de las iniciativas de los instructores.
Santiago recuerda al escritor mexicano Amado Nervo al expresar: ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
lsosa@redaccion.diario.com.mx