Salvador Castro
El Diario
El obispo José Guadalupe Torres Campo celebró esta tarde la Misa de la Cena del Señor con el lavatorio de los pies a un grupo de niños, hombres y mujeres de la comunidad católica en Catedral.
Con este acto de humildad y servicio recordó cuando Jesús lavó los pies a los doce apóstoles.
Los discípulos de Cristo fueron representados por doce personas en las que se incluye a niños y mujeres desde el pontificado de Francisco.
El obispo recordó las palabras de Jesús a sus discípulos en las que pide que se amen los unos a los otros.
“La enseñanza es ve y lava los pies a tus hermanos, sírvelo con humildad, con generosidad”, expresó.
Menciono que con el lavatorio de pies, Jesús ofrece un testimonio de la vocación al servicio del mundo y de la iglesia.
El obispo resaltó la importancia tan grande que tiene el servicio al prójimo, en especial aquellos que más lo necesitan y a quienes han desviado el camino.
Dijo que Dios quiere recordarnos que la grandeza de todo cuanto existe no reside en el poder y en el juzgar a otro, sino en la capacidad de servir y al darse dicho servicio se engrandece su gloria.
También recordó que en el Evangelio de Juan se menciona que antes de comenzar la cena, Jesús se levanta de la mesa, luego echó agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.
El obispo realizó durante la misa la bendición del pan y conminó a los presentes a seguir las enseñanzas de Jesús.