Local

Vive desde Juárez embate a su país

Alicia Fernández/
El Diario

2017-04-07

En la oficina de su negocio en Ciudad Juárez, Samir Balouch Dachar se entera de las noticias de su natal Siria, solamente para lamentarse.

Ayer habló con uno de sus familiares en aquel país para preguntarle cómo están. La respuesta fue “igual que siempre”; conocer la situación y saber que no puede ayudar le afecta emocionalmente.
“De ninguna forma podemos ayudar, mandar algo de aquí es difícil, nosotros vivimos en México. ¿A dónde lo voy a mandar? A un sirio no puedes mandarle dinero, porque eso es bloqueo internacional”, expresó.
Explicó que no hay una relación diplomática con los países que no están de acuerdo con el Gobierno sirio, por lo que las ayudas no llegan, “ni humanitaria, ni nada”.
Agregó que no hay importaciones ni exportaciones, solamente con sus aliados y que las últimas que había de América cancelaron sus contratos al tomar medidas de seguridad, ya que ni los aviones, ni los barcos, ni los trenes pueden entrar, debido a la guerra, por lo que los habitantes están en una especie de cautiverio.
Sin embargo reconoce que una de las ventajas es que es un pueblo agricultor que tiene mucha fruta y verdura, las cuales se producen en todas partes; también menciona que es un país muy rico en agua, rico en el clima.
Mencionó que es un lugar pequeño con alrededor de 20 millones de habitantes y en tono ligero comentó que ya se han ido alrededor de 8 millones, entonces lo que queda se puede distribuir entre las personas.
Su familia desde la costa de Latakia le dice que la situación no cambia. Samir antes de salir de su país vivió dos guerras, una civil y la otra en contra de Israel.
Dijo que el que tiene dinero, es aquel que vende sus tierras y se van, pero que los pobres no tienen a dónde ir y que se tienen que quedar a fuerza.
Además que las tierras que habitan, algunas de ellas son propiedad de sus ancestros, por lo que para los habitantes no es fácil dejarlas y comparó con Ciudad Juárez al decir que aquí las personas vienen de afuera, pasa un problema, dejan sus casas y se van.
Su padre era militar y desde pequeño jugó entre tanques y armas, sin embargo de adolescente decidió trabajar en los barcos y de ahí tomó su oportunidad para salir, primero a Europa, se instaló en España, donde aprendió a hablar español.
afernandez@redaccion.diario.com.mx

X