C. Ávila/G. Minjáres/
El Diario
Hace 11 años, cuando a Irma Hernández le ofrecieron una vivienda en el suroriente de la ciudad, la principal promesa que le hicieron fue llevar a la zona toda clase de urbanización.
Le dijeron que cerca de su casa iba a tener desde tiendas de autoservicio y escuelas hasta áreas verdes. Poco más de una década después nada de eso ha llegado al área habitacional, ubicada a 36 kilómetros de la mancha urbana.
“Te la pintan muy bonito. Nos dijeron que habría de todo, pero yo creo que voy a morir y ni una tienda nos van a hacer”, comenta el ama de casa residente del fraccionamiento Villas de Alcalá, quien vive con 10 familiares en una casa de dos recámaras.
En medio de este panorama que atraviesan cientos de personas en asentamientos del sector alejado de la urbanización, el Cabildo avaló la construcción de otro más. Es el primer desarrollo de vivienda en condominio –Cerradas San Ángel– que se localiza en un polígono fuera de la densificación prioritaria, en medio de docenas de casas que han sido abandonadas por la falta de infraestructura pública.
Esta situación se presenta a pesar de que el Plan de Desarrollo Urbano Sostenible 2016 (PDUS) para el municipio presenta propuestas de consolidación, movilidad y accesibilidad para contrarrestar el modelo de ciudad 3D (distante, dispersa y desconectada).
El nuevo proyecto, ubicado también en el suroriente de la ciudad, en una parcela del Ejido Zaragoza por el cruce de la avenida Fundadores y Acacias, estará entre desarrollos habitacionales que no sólo no han cumplido con el proceso de ocupación proyectado y esperado, sino que además se localizará en una zona con servicios limitados que no ofrecen las condiciones óptimas de habitabilidad.
La experiencia de vivir en esas condiciones la conoce muy bien Irma Hernández, quien asegura que en su sector los principales problemas son la falta de alumbrado e inseguridad, pues los asaltos a mano armada y atracos en los hogares son frecuentes en su fraccionamiento, plagado de viviendas solas y deterioradas.
Para ir a su trabajo el tiempo en transporte público es de aproximadamente una hora. La mujer menciona que incluso para ir a comprar cualquier artículo de la despensa es necesario tomar camión y para llegar puede pasar más de una hora.
“A veces sí me arrepiento”, dice sobre la decisión de irse a vivir a las orillas de la localidad.
Alejados de la mancha urbana, familiares de Irma comentan que cualquier actividad se vuelve un problema, debido a que no hay centros de salud ni escuelas.
Los dos parques con los que cuenta el conjunto fueron vandalizados, los juegos destruidos y algunas partes hurtadas.
Beatriz Núñez, también residente del sector, coincide en que ahora lamenta su decisión de comprar casa “tan lejos”.
Aunque ella y su familia llegaron hace apenas dos años, ya saben de las consecuencias de vivir alejados de la urbanización.
“Aquí está muy solo y oscuro. No pasa ni una patrulla y a cada rato nos asaltan”, afirma.
Los domicilios abandonados se cuentan por decenas. Puertas y ventanas fueron robadas, así como toda la instalación eléctrica.
Villas de Alcalá se ubica al suroriente de la ciudad, entre calle Fundadores y Villas de Alcalá. Alrededor únicamente se observan terrenos llanos.
Colonos aseguran que hay ocasiones en que ni siquiera pasa el servicio de recolección de basura y en temporada de lluvia se inundan, pues el pozo de absorción está tapado por desperdicios.
Burlan Plan Urbano en nuevas zonas
El Plan de Desarrollo Urbano Sostenible (PDUS) elaborado por Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), aprobado el 15 de septiembre del año pasado –apenas 13 días después de que se había autorizado la construcción del fraccionamiento que el jueves pasado el nuevo Cabildo cambió al régimen de condominio con viviendas de menos de 40 metros cuadrados–, establece una política de contención en contra de la dispersión urbana.
En el documento se implantó una zona de densificación prioritaria delimitada por un anillo vial periférico que demarca el crecimiento y desarrollo de la ciudad.
Este cinturón de contención va por el Camino Real, Bernardo Norzagaray, Juan Pablo II y hacia el suroriente llega hasta el bulevar Independencia, por lo que el Cerradas San Ángel queda fuera del área prioritaria a densificar.
Las viviendas se localizarán en la reserva urbana denominada Oriente XXI, cercanas a la empresa Electrolux, donde el proceso de ocupación empezó a partir del año 2006 con el desarrollo habitacional Senderos de San Isidro, documenta el Plan.
“(Desarrollos) con limitadas áreas de equipamiento y áreas verdes, sin ninguna otra provisión que complemente las actividades y necesidades de los habitantes del sector, dándose como área dormitorio, por lo que el suministro y satisfacción de sus necesidades cotidianas se dan en otros puntos de la ciudad”, menciona el PDUS.
Además, agrega que actualmente esa zona es una de las que cuenta con más vivienda abandonada en la ciudad.
El Plan añade que este tipo de “zonas periurbanas”, como se identifica a las que se localizan al exterior del anillo vial periférico, tienen servicios limitados porque han sido desarrolladas de manera aislada, alejada de la mancha urbana y en medio de grandes extensiones territoriales desocupadas. (Cinthya Ávila, Gabriela Minjáres / El Diario)