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Suman ya 20 testigos en juicio de familia masacrada

Blanca Carmona/
El Diario

2017-03-17

Unos 20 testigos ha presentado el Ministerio Público (MP) en el juicio oral seguido a dos hombres sospechosos de haber matado a ocho integrantes de una familia por una deuda relacionada con el cruce de perros pitbull.
Los acusados son Jesús Daniel Mendoza Hernández alías “El Tomate” y Edgar Uriel Luján Guevara.
Las personas asesinadas el 16 de noviembre del 2013 son María del Carmen Morales Infante y sus hijas Rosa María y María del Carmen Castañeda Morales; el esposo de esta última, Máximo Martín Romero Sánchez, así como los hijos de esa pareja Daniel y Janeth Abril de seis y cuatro años; la hija de Rosa María, la pequeña Valeria Lizbeth Lara Castañeda de tres años y el primo de las hermanas, José Antonio Lares Padilla.
El último testigo que rindió declaración ante el Tribunal de Enjuiciamiento que deterinará si Mendoza y Luján son culpables o inocentes es un celador del Cereso estatal 3, Alberto Lazos, quien señaló que “El Tomate” fue golpeado en el penal tras ser ingresado porque ya lo esperaban varios reos que estaban enojados por el crimen de tantas personas.
Con ese testigo el MP busca desacreditar que Mendoza Hernández fue torturado al momento de ser aprehendido para que rindiera declaración pues la versión del detenido -en la que narró cómo mataron a las víctimas- es una prueba importante para la representación social.
En el primer certificado médico realizado a “El Tomate” al entrar al reclusorio se documentó que no presentaba lesiones y en un segundo examen que presentaba golpes.
Entre las pruebas ya presentadas a las juezas se encuentra precisamente el video de la declaración de “El Tomate” en la que señaló que esa noche del 16 de noviembre llegó a la casa de Máximo, ubicada en número 1070 de la calle Luciano Becerra de la colonia Morelos Zaragoza, como a las 9 de la noche y en el lugar ya se encontraban Edgar Uriel Luján y dos hombres más –quienes permanecen prófugos-.
“El Tomate” dijo que afuera había un individuo y él ingresó para ayudar a sujetar a Máximo mientras Edgar Uriel lo lesionaba en el tórax con un cuchillo cebollero. Además indicó que él ayudó a tepear a las víctimas, a todos los adultos y al niño Daniel de seis años y se refirió a la única sobreviviente de esa masacre, una bebé, de la que mencionó haberla visto en una cunita que estaba sobre una cama y a la que no le hicieron daño.
Al MP todavía le falta desahogar la prueba científica y después los abogados defensores de Jesús Daniel y Edgar Uriel presentaran al Tribunal unas 50 pruebas entre ellos al parecer se encuentran los resultados del Protocolo de Estambul –una herramienta para determinar si una persona ha sido sometida a tortura y tratos inhumanos-.

bcarmona@redaccion.diario.com.mx

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