Luz del Carmen Sosa/
El Diario
Conducir en estado de ebriedad no es la única falta administrativa que cometen los guiadores alcoholizados sorprendidos en los retenes instalados por la Dirección General de Tránsito Municipal (DGTM) en avenidas de la ciudad.
De los mil 965 choferes detenidos del primero de octubre de 2016 a la segunda semana de febrero de 2017, el 52 por ciento carecía de su licencia de manejo. Además, el 5.1 por ciento fueron reincidentes.
De ese total, el 15 por ciento de las personas sancionadas son mujeres.
Los datos oficiales revelan que en los primeros cinco meses de la administración municipal fueron detenidos mil 65 guiadores en primer grado de ebriedad, de los que 533 carecían de la licencia de manejo.
Además, 755 fueron sorprendidos en segundo grado de ebriedad y 410 de ellos no llevaba su licencia de manejo.
Aparte 145 choferes presentaron tercer grado de ebriedad y 79 de ellos omitieron la obligatoriedad de traer consigo el permiso de manejo.
La corporación informó que 102 conductores fueron reincidentes por conducir alcoholizados, 32 fueron detectados en octubre, 22 en noviembre, 20 en diciembre y 28 en enero. En febrero no se había definido el número de reincidentes.
El artículo 100 del Reglamento de Vialidad vigente en Ciudad Juárez establece que ninguna persona podrá conducir vehículos con una cantidad de alcohol en aire expirado superior a los .089 miligramos por litro.
Los estados de ebriedad se clasifican de la siguiente manera:
Aliento Alcohólico: de .001 a .089 por ciento de miligramos por litro de concentración de alcohol en sangre (BAC, por sus siglas en inglés.
Primer grado de intoxicación alcohólica: de .090 a .139 por ciento BAC; segundo grado de .140 a .229 por ciento BAC y tercer grado a partir de .230 por ciento BAC.
La sanción se mide en Unidades de Medida y Actualización, que sustituyen al salario mínimo, y va de los 70 a los 90, según el grado de alcoholemia.
Mientras en el estado americano de Texas, el manejar en estado de ebriedad (DWI, por sus siglas en inglés) es considerado un delito menor clase B puede llegar a ser sancionado con una multa de hasta 2 mil dólares y cárcel de 72 horas a 180 días.
También menciona la suspensión y pérdida de la licencia, la obligación de prestar servicio comunitario y órdenes de tratamiento o evaluación alcohólica.
En Juárez, solo se impone cárcel hasta por 36 horas o una multa económica que de 60 a 90 Unidades de Medida y Actualización.
El artículo 169 indica que además de las sanciones se retendrá temporalmente de la licencia, el retiro del vehículo de la circulación vial y en la canalización del conductor para la asistencia obligatoria, y a su costo, a sesiones según corresponda a la Escuela de Educación Vial.
En los casos de reincidencias el reglamento menciona que el ciudadano deberá acudir a sesiones por un período de una semana. Y para la segunda reincidencia asistirá al curso que se le asigne dentro de un mes.
En la tercera reincidencia, la Dirección General de Tránsito solicitará a la Oficina de Licencias Digitales la cancelación definitiva de la licencia de conducir.
Asimismo la licencia para conducir quedará suspendida en tanto no se cumpla la sanción, mediante documento por escrito que acredite la asistencia a las sesiones.
La DGTM dio a conocer que carece de un registro de personas que aceptaran tener problemas en su consumo de alcohol y solicitaran ser canalizados a otras instancias. (Luz del Carmen Sosa / El Diario)
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