Fernando Aguilar/
El Diario
Milagros partió de este mundo feliz por la solidaridad que su caso despertó entre la comunidad, dice María del Carmen Vargas Silva aun con el dolor que hablar sobre ello significa.
Mientras conversa con quienes se acercan a ella, la mujer rememora algunas anécdotas que atesora sobre su nieta y aprovecha cualquier espacio en las conversaciones para agradecer el apoyo que la gente, afirma, nunca le negó.
Es el funeral de Milagros del Carmen Méndez Vargas, la adolescente de 14 años que padecía epidermólisis bullosa, una enfermedad conocida como ‘piel de mariposa’ cuyas complicaciones acabaron con su vida el domingo pasado.
La menor fue velada ayer por segundo día en un oratorio localizado en la calle Pavorreal de la colonia Azteca.
Su cuerpo yacía en el féretro rodeado de cinco coronas de flores y una decena de arreglos, entre cantos y memorias de sus amigos y familiares.
“Ella era muy alegre”, recordó Dulce María Islas Sánchez, amiga de la familia. “Su mamá, su abuelita, todo lo que les pedía, ellas se lo concedían. Por eso a veces digo: ella se fue muy alegre, por todo lo que le dieron. Su abuelita la quiso demasiado. Era su compañera diaria”.
El cuerpo de Milagros fue llevado al panteón Jardines del Recuerdo, ubicado en el poniente de la ciudad, después de la 1 de la tarde.
Antes de dirigirse hacia ese lugar localizado en la zona conocida como La Montada, en la colonia Ampliación Fronteriza, María del Carmen agradeció el apoyo de las autoridades y de toda la ciudad.
“El apoyo ha sido mucho”, señaló. “De hecho, aquí en Juárez y en El Paso, a Mili me la atendieron desde que estaba bebé. La gente, siempre que he solicitado el apoyo, ha respondido favorablemente”.
Luego de un largo período de enfermedad, Milagros murió el domingo en un hospital de la ciudad, a donde llegó, dijo entonces su abuela, debido a una neumonía.
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