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Ya tienen barda y domo, pero falta más

Maricela Morones/
El Diario

2017-02-21

Aunque los 90 estudiantes del preescolar Felipe Ángeles ya disfrutan de un domo y una barda perimetral que los resguarda del viento, las carencias persisten y además su espacio es limitado.
El kínder está ubicado en la colonia Siglo XXI muy cerca del Camino Real.
Mitzy Aguilar Córdova se desempeña como directora y afirmó que hace un par de días autoridades del Municipio les terminaron de construir la barda perimetral y el domo.
Relató que todavía falta la explanada pero deberán buscar recursos, ya que el Municipio descartó ayudar con otro proyecto.
“Es complicado emprender alguna actividad porque carecemos de recursos económicos, hay muchas cosas qué hacer pero no tenemos con qué”, refirió la docente.
La escuela consta de cuatro aulas, tres de ellos habilitados como salones de clase, la otra se usa de dirección, bodega y biblioteca; además de una pequeña explanada y área de juegos.
Aguilar Córdova señaló que requieren extender una de las bardas hacia enfrente para poder tener un espacio y construir un aula más, ya que contempla que la demanda aumentará en agosto.
“Queremos ampliar un poco pero sinceramente no hay con qué, nos gustaría poder ofertar más espacios”, puntualizó la encargada del jardín de niños.
El jardín de niños está ubicado en Río Grande y Arroyo Café, calles que en temporada de lluvias se convierten en un paso de corriente de agua.
“Aquí los niños se enfrentan a muchas situaciones de riesgo y carencia”, dijo Aguilar Córdova.
Agregó que algunos de los infantes acuden sin chamarra, con los zapatos rotos e incluso algunos van sin desayunar y aunque la mayoría de los padres de familia laboran, perciben un salario bajo.
La directora comentó que debido a la situación económica las aportaciones voluntarias son mínimas. El presente ciclo escolar la Sociedad de Padres de Familia fijó un cooperación de 500 pesos, pero menos de la mitad los aportaron.
“Los que pagan bien y los que no, nosotros conocemos cómo batallan los papás y lo menos que queremos es abrumarlos con los pagos”, explicó.
La mitad de lo que han logrado recaudar se destina a solventar el gas para los calentones, que están prendidos durante las tres horas de clases, debido a las bajas temperaturas que se sienten en la zona.
“Aquí en esta temporada siempre hace frío, estamos al pie del cerro y en lo más alejado de Juárez. La finalidad es que los niños por lo menos aquí estén en un espacio agradable”, destacó.
En lo que va de la temporada de frío han rellenado el tanque estacionario por lo menos cinco veces, cada uno debe pagar mil 200 pesos.
A pesar del contexto los infantes juegan emocionados entre la arena, algunos juegos y con varias pelotas de futbol. (M

@aricela Morones/El Diario)

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