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Planes atrapados por gobiernos

Juan de Dios Olivas/
El Diario

2017-02-19

El plan de rehabilitación inició en el trienio 2004-2007 del alcalde Héctor Murguía, siendo gobernador José Reyes Baeza y se emprendió formalmente a finales de 2006 con la restauración del Monumento a Benito Juárez, la plaza donde se ubica y la construcción de la Plaza Misión de Guadalupe.
Para la compra de propiedades se creó la Oficina de Negociaciones del Programa de Regeneración del Centro Histórico que fue dirigida por Valentín Trevizo Rodríguez, un experimentado asesor inmobiliario que dispuso de un fondo de 100 millones de pesos aportados por Municipio y Estado para la compra de los inmuebles donde se crearía la reserva territorial.
El objetivo fue adquirir 170 propiedades (33 viviendas y 137 negocios) de la avenida 16 de Septiembre a la calle Gardenias, de Otumba a Mariscal, parte de la Juárez a la Mariscal y un tramo de la Melchor Ocampo, todo en la parte poniente del Centro Histórico, así se anuncio en aquel entonces.
La Oficina de Negociaciones terminó su trabajo y desapareció en noviembre de 2013. Logró adquirir 157 propiedades con excepción de tres predios ubicados al norte, contemplados para construir una plaza cuyos propietarios se ampararon.
Sin embargo, el plan no se frenó, tras demolerse todos los inmuebles, con excepción del edificio que ocupaba en cabaret La Fiesta, se pusieron en marcha los llamados proyectos ‘detonadores’ con los que se busca atraer más inversión privada.
Todo este proyecto de generar espacios de tranquilidad y convivencia empezó con la calle Rafael Velarde, que fue ‘limpiada’ de vendedores ambulantes y por donde los sábados transitan unas 35 mil personas, según estimaciones de locatarios del lugar.
Luego siguió la construcción de la Plaza Benito Juárez que costó 25 millones de pesos, la Plaza Misión de Guadalupe, 24 millones de pesos; y la Plaza del Periodista, 24 millones, que ya generaron una sinergia importante con las calles Rafael Velarde y La Paz, que continúa.
La inversión pública realizada en este período sumó 159.4 millones de pesos, indican datos oficiales.
Durante el período 2007-2010, cuando fue alcalde José Reyes Ferriz y todavía era gobernador Reyes Baeza, se comenzó la demolición de las fincas adquiridas para crear la reserva. Treinta y cinco fincas fueron las primeras, dando a la zona un aspecto de ciudad bombardeada, consignan crónicas de esa época.
En junio de 2009 todas las obras contempladas se suspendieron para reenfocar recursos a combatir la violencia. Únicamente se logró concluir la compra edificio Nielsen en Lerdo y Abraham González, que costó 12 millones de pesos, pero se prestó a las corporaciones policiacas para utilizarlo en el combate a la inseguridad.
En el siguiente trienio, con Héctor Murguía nuevamente de alcalde y ahora con César Duarte de gobernador, se restauró el Museo de la Revolución en la Frontera (Muref) con una inversión federal de 23 millones de pesos.
También se construyó el túnel de la 16 de Septiembre y su explanada, con recursos aportados por la Federación y Ferromex, que alcanzaron los 256 millones de pesos. La obra, es considerada de las pocas que tuvo el éxito esperado.
En ese trienio se dio otra inversión de 18 millones de pesos para rehabilitar el gimnasio Josué Neri Santos.
Para el siguiente período de 3 años, con Enrique Serrano Escobar y Javier González Mocken al frente del Municipio y Duarte de mandatario estatal, el Cabildo aprobó el cuarto Plan Maestro del Centro Histórico que incluyó ocho proyectos estratégicos con la finalidad de detonar la zona, pero no concluyeron.
Con recursos tripartitas, se remodelaron las fachadas de la avenida Juárez y se reurbanizó la vialidad colocando agua, drenaje y concreto nuevo, a un costo de 32 millones de pesos.
También se reurbanización calles de la reserva, se concretó la iluminación de Catedral y el Centro Municipal de las Artes y se edificó la Gran Plaza Juan Gabriel. Todo con 50 millones de pesos que se obtuvieron de la venta a particulares de la mitad de la reserva.
Otra inversión de 48 millones de pesos fue para recarpetar calles, una de 5 millones para construir la sala Tin Tan –sin usarse todavía– y el edificio Nielsen recibió una inversión de 14 millones para transformarlo en la Unidad Administrativa Abraham González, donde fueron reubicadas las direcciones municipales de Obras Públicas y Desarrollo Urbano.

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