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‘Ninguna frontera puede impedir que compartamos’

Fernando Aguilar/
El Diario

2017-02-17

Con una misa oficiada en El Punto, miles de fieles católicos conmemoraron ayer el primer aniversario de la visita del Papa Francisco a Ciudad Juárez como un ejercicio de reflexión sobre los mensajes que entonces dirigió a los distintos sectores de la sociedad.
La celebración eucarística fue presidida por el obispo de la Diócesis local, José Guadalupe Torres Campos, quien subió al gran altar unos minutos antes de las 5:30 de la tarde acompañado de un grupo de sacerdotes.
Dada la magnitud del evento masivo, los organizadores dispusieron de un par de conjuntos de bocinas y un gran número de sillas plegables que colocaron a pocos metros de la estructura.
Sobre esta gran plataforma un numeroso coro interpretaba durante los minutos previos al inicio una variedad de melodías en vivo.
A pesar de que se registraban frías ráfagas de viento y de que las nubes cubrían el sol, los asistentes seguían con atención cada una de las palabras del máximo representante de la Iglesia Católica en Juárez.
Hasta el inicio de la ceremonia religiosa no todas las sillas estaban ocupadas, sobre todo en las partes más próximas al predio habilitado como estacionamiento.
Junto a su séquito, Torres Campos salió de un costado y les habló por primera vez a los presentes a las 5:25 para decir los ritos iniciales.
A continuación, el obispo anunció su intención de leer una carta escrita especialmente para esta ocasión por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, quien, informó, la envió a nombre de Francisco tras enterarse de la organización del evento.
De acuerdo con el texto, el Papa se sintió conmovido al saber que los fieles de la región fronteriza del norte de México y los del sur de Texas y Nuevo México se reunirían exclusivamente para recordar su visita pastoral a Juárez en el mismo lugar donde él ofició aquella eucaristía.
En la carta, Parolin aseguró que Francisco recuerda bien la experiencia que fue esta misa que reunió a creyentes de ambos países "como una sola familia y comunidad".
Según aquellas líneas, el Sumo Pontífice ora para que todos "crezcan en la experiencia del amor misericordioso de Dios, que ninguna frontera puede impedir que compartamos".
Las palabras de Torres Campos sonaban con gran fuerza y claridad; su tono de voz era impetuoso y escucharlas les produjo a feligreses como María Antonieta Ramos la sensación de haber sido arropados por un deja vu.
"Sé que el obispo no es el Papa, pero estar aquí es volver a sentir lo mismo que al oír su hermoso mensaje; incluso hasta procuré volver a sentarme muy cerca de donde estuve esa vez, para que la sensación me recordara todo eso", contó la mujer de 57 años.
El obispo hizo referencia a Francisco como una persona puesta por Dios frente a los católicos para que fuera él quien trajera su palabra y anunciara un mensaje de misericordia, algo que, señaló durante la homilía, constituía la misión que llevaba encomendada.
"Tomemos conciencia de lo que significa estar aquí", pidió Torres Campos. "No es sólo un mero recuerdo de un aniversario, los invito a trabajar, a segur el llamado de Cristo".
A la celebración asistieron, entre otras personalidades, el presidente municipal, Armando Cabada Alvídrez; su esposa, Alejandra Cabada, y la alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván.
La misa se extendió por poco más de una hora y concluyó a las 6:35 de la tarde, luego de que los fieles recibieran la hostia.
Al finalizar, Torres Campos se dirigió a la escultura del Papa, ubicada a unos pocos metros de la estructura, para desvelar la placa junto a las autoridades municipales y las personas que corrieron hacia ese punto.

faguilar@redaccion.diario.com.mx

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