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El Diario
Por su presunta responsabilidad en el cobro de la “cuota” al dueño de una refaccionaria, una persona fue sentenciada a 32 años de prisión.
Al emitir la sentencia en contra de Raúl Ordaz Chávez, el Tribunal de Enjuiciamiento impuso la pena corporal y respecto a la reparación del daño la determinó como genérica, es decir, será un juez de Ejecución de Penas y Medidas Judiciales, quien cuantifique cuál es el monto que deberá pagar Ordaz, pues en el juicio oral no se acreditó cuánto dinero entregó la víctima.
De acuerdo con la acusación presentada por un agente del Ministerio Público (MP), los hechos iniciaron en marzo de 2010 cuando la víctima –cuya identidad fue reservada– comenzó a recibir llamadas en las que le exigían que pagara 5 mil pesos como “cuota” o de lo contrario matarían a su familia y le quemarían su negocio, motivo por el cual accedió a pagar.
Con el paso del tiempo, la víctima no pudo entregar esa cantidad y pagó 2 mil pesos cada semana.
Posteriormente presentó una denuncia y el 3 de diciembre de 2011, se implementó un operativo por parte de agentes ministeriales, quienes ya sabían en qué vehículo iban los responsables de cobrar y a qué hora se efectuaría la entrega.
En aquella ocasión fueron detenidos José Ramón Galaviz Ávalos; Francisco Morales Santillán, “El Pancho”; Gonzalo Arturo González, “El Tury”, estos tres exempleados de la víctima, así como a José Rodrigo Reyes Ávalos “El Pepe” y Melchor Enrique Bermúdez Ávalos, “El Quique”, quienes actualmente ya fueron sentenciados, y José Raúl Ordaz –quien era el yerno de la víctima– logró darse a la fuga y fue detenido tiempo después.
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