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El Diario
Una de las últimas personas que estuvo en comunicación con uno de los ocho miembros de una familia asesinada en noviembre del 2013, rindió declaración ayer ante un Tribunal de Enjuiciamiento para afirmar que esa víctima y él vendían autos usados y horas antes del multihomicidio le envió los documentos de un carro con una vecina, quién a su vez vio en el lugar donde se cometió el crimen a uno de los ahora procesados.
Este fue el cuarto testigo del juicio oral que se sigue en contra de Jesús Daniel Mendoza Hernández, alias “El Tomate” y Édgar Uriel Luján Guevara.
Ambos hombres –así como dos personas que continúan prófugas– están acusados de haber asesinado con armas blancas a María del Carmen Morales Infante y a las dos hijas de ella Rosa María y María del Carmen Castañeda Morales; al esposo de esta última Máximo Martín Romero Sánchez así como a los hijos de esa pareja, Daniel y Janeth Abril de seis y cuatro años respectivamente; a la hija de Rosa María, Valeria Lizbeth Lara Castañeda de tres años y el primo de las hermanas Castañeda Morales, a José Antonio Lares Padilla.
En total ocho personas perdieron la vida.
El Ministerio Público (MP) pide una pena de 460 años de prisión, de estos 60 años son por el crimen de cada mujer y cada niño, que suman 360 años de cárcel y 50 por cada uno de los dos hombres. Así como el pago de 2 millones 691 mil 600 pesos de reparación del daño a favor de los deudos y 57 mil 500 pesos de gastos funerarios.
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