Blanca Carmona/
El Diario
Cuatrocientos sesenta años de cárcel pide el Ministerio Público (MP) en contra de dos hombres acusados de haber acuchillado hasta la muerte a ocho integrantes de una familia en noviembre del 2013 presuntamente en venganza por una monta de perros pit bull.
Las personas asesinadas son María del Carmen Morales Infante y sus hijas Rosa María y María del Carmen Castañeda Morales; el esposo de esta última, Máximo Martín Romero Sánchez, así como los hijos de esa pareja Daniel y Janeth Abril de seis y cuatro años; la hija de Rosa María, Valeria Lizbeth Lara Castañeda de tres años y el primo de las hermanas, José Antonio Lares Padilla.
"La familia es la base de la sociedad, el núcleo en el que descansan los valores y principios de sus integrantes... se trata del peor suceso ocurrido en contra de integrantes de una familia en la historia de nuestra la ciudad, un artero crimen en el que sus autores demostraron el mayor desprecio por la vida humana; el irrespeto a cada uno de los integrantes a quienes laceraron sus cuerpos con armas blancas sin la menor consideración de que entre ellos había mujeres y niños de cuatro y seis años únicamente”, afirmó el agente del Ministerio Público (MP) a cargo de la carpeta, Mario Gómez Rentería.
“Al lacerarlos se laceró también la institución de la familia y a la propia sociedad que todos nosotros integramos pues todos tenemos una familia y con ello mostraron lo peor del ser humano, un acto vil, ruin y despreciable", dijo el fiscal ayer al iniciar el juicio oral 151/15 en contra de los presuntos responsables.
Los acusados son Jesús Daniel Mendoza Hernández alías “El Tomate” y Edgar Uriel Luján Guevara, contra quienes se pide también como parte de la pena el pago de 2 millones 691 mil 600 pesos como indemnización por muerte a favor de los deudos y de 57 mil 500 pesos de gastos funerarios a favor de Gobierno del Estado.
El fiscal también anunció al Tribunal de Enjuiciamiento, conformado por las juezas Elizabeth Villalobos Loya, Emma Terán Murillo y Catalina Ruiz Pacheco, que presentará prueba científica al parecer vestigios de sangre de las víctimas que se localizó en las prendas de vestir de los acusados y el perfil de ADN de al menos una de las víctimas en el calzado que ese día uso e “El Tomate”.
Además anunció que hay pruebas para afirmar que Mendoza Hernández fue visto minutos antes de que ocurriera el múltiple homicidio, en la vivienda ubicada en el número 1070 de la calle Luciano Becerra de la colonia Morelos Zaragoza.
El fiscal señaló que todo inició alrededor de las 21:00 horas del 16 de noviembre y participaron cuatro asesinos; dos continúan prófugos.
En tanto, uno de los abogados defensores Isaías Flores Gómez dijo que sus representados también tienen una familia y el día de los hechos ellos se encontraban con sus parientes disfrutando de un sábado ordinario.
“Ya la representación social se ha encargado de recordarnos el concepto de familia. Jesús Daniel ese día visitó a su padre, convivió con ellos por la tarde y por la noche regreso a su domicilio. Edgar Uriel junto con su esposa e hijos acudió, estuvo presente en una fiesta infantil precisamente de su familia… ocho personas perdieron la vida y eso merece todos los calificativos que le ha dado en su discurso emotivo... anormal porque tanto Jesús Daniel como Edgar Uriel no pensaban ese día sábado 16 de noviembre de 2013 que hoy (ayer) iban a escuchar esta historia anormal sentados desde este escritorio”, afirmó irónico el defensor.
Ayer comparecieron tres testigos presentados por el MP, una de ellas fue María Elena Castañeda quien narró que días antes había acordado con su madre y hermanas que el domingo 17 de noviembre iban a hacer tamales y ese día acudió a la casa de María del Carmen y encontró a todos muertos y su hijo sacó a una bebé de tres meses de nacida, la única que fue dejada con vida por los homicidas.