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Luchan por sobrevivir algodoneros del Valle

Maricela Morones/
El Diario

2017-02-14

Con altibajos durante los últimos 12 años, los productores de la zona del Valle luchan por mantener su algodón en el mercado internacional.

De acuerdo con los encargados de empresas dedicadas al procesamiento de algodón, la producción lograda el año pasado es la más baja desde el 2011, pero su calidad y demanda continúa siendo un aliciente para tratar de recuperar los antiguos niveles.
La principal problemática a la que se enfrentan, aseguran, es la falta de apoyos de parte del Gobierno, pero aun así se esfuerzan para que el producto de la región llegue hasta Indonesia, China y Japón, sus principales mercados.
En el 2006 la naturaleza se encargó de destruir cientos de plantíos. Una fuerte inundación que azotó la zona redujo la producción habitual de 5 toneladas a una, es decir 7 mil 500 pacas.
El piscador Pilar González afirma que aunque en la franja algodonera que comprende Juárez, Guadalupe y Praxedis G. Guerrero hay más de 12 mil hectáreas, se utiliza poco menos de la mitad.
“Ya la gente no le quiere entrar al campo, ni a producir ni a trabajar”, narra mientras camina entre los surcos de tierra tupidos de pequeños destellos blancos.
Desde la carretera Juárez-Porvenir se observan los predios repletos de varas secas y en la punta una bellota reventada que muestra el algodón.
El hombre diariamente sale a piscar los restos de algodón que dejan las máquinas en las parcelas. Desde niño, platica, se ha dedicado a esta labor.
Aunque a sus 60 años el trabajo cada vez es más cansado, asegura que es la única manera de sacar adelante a su familia honradamente.
Sus manos están agrietas y con pequeños rastros de sangre, ya que constantemente se topa con astillas que se le quedan incrustadas en la piel, pero no hay tiempo para curaciones.
“Uno se gana la vida honestamente, aquí hay mucha violencia pero uno no hace caso y se enfoca en su jale”, dice Pilar mientras limpia el sudor de su rostro.
Diariamente logra juntar hasta 100 kilogramos de algodón. Cada kilo se lo pagan en 2.50 pesos, es decir gana cerca de 250 pesos cada vez que alcanza a recolectar dicha cantidad.
Anteriormente todo el proceso se realizaba a mano, los piscadores saturaban las parcelas, pero ahora una máquina especializada hace la labor.
Luego de que levantan todo el algodón posible de las tierras es llevado a las despepitadoras, que se encargan de limpiar, prensar y empaquetar el producto.
En la zona del Valle existen cuatro establecimientos dedicadas a esta actividad. Alejandro es encargado de uno de ellos. Afirma que a pesar de los hechos de violencia y de la desvalorización del producto, continúan en su lucha por mostrarle al mundo la calidad del algodón mexicano.
La primera parte del proceso está enfocada en succionar todo el algodón que fue llevado por los piscadores. Una persona mueve constantemente un tubo que absorbe el producto para llevarlo a unas secadoras.
En la segunda fase un par de hombres se postran frente a una máquina y quitan la basura que se filtró en las rejas de algodón.
En ese mismo proceso se extraen las semillas de cada una de las bolas del algodón que llegan a la despepitadora. Alejandro refiere que los granos son utilizados como alimentos para el ganado.
“Se usa principalmente para las vacas porque la semilla genera un porcentaje de grasa que les piden a los ganaderos que se dedican a producir leche del animal”, indica.
El siguiente proceso es la limpieza a fondo, cuando el algodón toma un tono totalmente blanco y es aplanado. Aquí se prepara para empacarlo.
El encargado explica que actualmente tienen 16 empleados pero solamente ocho son de planta, ya que la temporada está por terminar.
El proceso de producción dio inicio el pasado 3 de noviembre y concluye a inicios de marzo.
Entre grandes maquinarias, ruido y pequeñas plumas de algodón en el aire, salen cada una de las pacas que pesa más de 220 kilogramos. Estas deben ser embolsadas y transportadas por dos personas hasta un vehículo de carga.
En el exterior de la despepitadora se observan miles de unidades listas para ser exportadas a diversos países en los próximos días.
Actualmente se trabajan cerca de 6 mil 500 hectáreas para la producción del algodón; 765 pertenecen a diversas zonas de Ciudad Juárez; mil 500 al municipio de Guadalupe y más de 4 mil en Praxedis G. Guerrero, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Alejandro recuerda que la peor época de producción fue en el 2006, cuando se generaron inundaciones en diversas partes del área, lo que provocó una producción fatídica: solamente lograron 7 mil 621 pacas.
Al año siguiente el panorama mejoró y sacaron 21 mil unidades; en 2008 fueron 23 mil 300; en 2009 disminuyó a 19 mil, y para el 2010 fueron 21 mil 54 pacas.
Ya en el 2011 la producción se mantuvo y alcanzaron las 21 mil 232 unidades, al año siguiente 25 mil y en 2013 un estimado similar.
Durante el 2014 se rompió el récord de producción y se lograron concretar 31 mil 952.5 pacas de algodón. La máxima alcanzada había sido de poco más de 26 mil unidades, remiten los datos periodísticos. Para el 2015 la producción llegó a 26 mil 700 bultos, pero bajó a 24 mil el año pasado.
Alejandro afirma que aunque la cantidad solicitada de algodón a nivel internacional se ha cumplido, el campo es una de las zonas con menores apoyos y los recursos económicos para cultivar son escasos.

Producción por año
Año -------- Pacas
2005 ------- 22,300
2006 ------- 7,600
2007 ------- 21,000
2008 ------- 23,300
2009 ------- 19,500
2010 ------- 21,054
2011 ------- 21,232
2012 ------- 25,420
2013 ------- 25,893
2014 ------- 31,952
2015 ------- 26,700
2016 ------- 24,000

Fuente: Sagarpa

mmorones@redaccion.diario.com.mx

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