Karen Cano/
El Diario
Vendedores de peluches, flores y demás artículos relacionados con el Día de San Valentín, comentaron que este año los festejos se vieron deslucidos por el clima y especialmente por la condición económica de las familias juarenses, dado que las ventas decayeron a la mitad en comparación con el año pasado.
“Como está lloviendo la gente apenas se acerca, además de que como ha estado la crisis eso también afecta”, opinó Julia, una de las vendedoras frente a la Plaza de Armas en el Centro Histórico de la ciudad.
La mujer señaló que el cambio de lugar también influyó en la baja de las ventas, pues esta vez las autoridades de Comercio los dejaron instalarse en la calle Noche Triste, cuando antes podían hacerlo justo en el corredor de la avenida 16 de Septiembre.
En esto coincidió Fidel Saldívar, otro de los vendedores quien mencionó que aun con las bajas ventas la tradición de comprar detalles para los seres amados se mantiene, y que cada año son más las mujeres las que se preocupan por los obsequios.
“Las mujeres son más detallistas, porque los hombres nada más vienen uno que otro, como que son más fríos, también viene mucho gente que le regala a su mamá, o a la amiga”, indicó el vendedor.
También comentó que aunque la fecha hace eco en personas de todo tipo, la mayoría de los clientes son adolescentes y jóvenes.
Pero los vendedores no sólo se apostaron en este lugar, sino que también en casi todos los cruceros importantes de la ciudad.
Los productos fueron variados, desde pasteles, arreglos florales, cojines, paletas, peluches, dulces, tarjetas, globos y otros artículos de diversos tipos, en su mayoría con estampados de corazones.
Los precios igual eran variables, pues había pequeñas cosas que costaban 15 pesos, hasta otros más elaborados y grandes que podían costar hasta mil 500 pesos.
“A mí me llegó un señor bien desesperado porque le querían cobrar 4 mil pesos por un buqué de 24 rosas; un total abuso”, mencionó Verónica, empleada de una florería ubicada en Plaza de las Américas. Durante toda la mañana, hombres y mujeres se observaron con flores en las manos, listas para entregarse.
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