Local

Inician nulidad, pero no terminan matrimonio

Karen Cano
El Diario

2017-02-12

Pese a la simplificación y excepción del costo en el trámite para obtener la nulidad del matrimonio católico que se instauró el año pasado, de la totalidad de solicitudes para la abolición en el 2016 sólo el 10 por ciento culminó en un proceso satisfactorio, informó Julián Badillo Lucero, sacerdote juez del Tribunal Eclesiástico Local.

La cantidad de solicitudes creció exponencialmente, pues antes se hacían prácticamente de manera personal a quien se interesara, mientras que el año pasado se realizaron pláticas masivas que derivaron en 400 solicitudes por parte de parejas interesadas en abolir su unión religiosa, de las cuales, sólo 42 llevaron el proceso hasta el final.
Lo anterior se debe, principalmente, a la falta de interés por parte de los solicitantes, quienes aun cuando iniciaron el proceso declinaron en llevarlo a su término, cosa que el párroco le atribuye a la carga emocional que conlleva el tener que explicar las razones de la separación de la pareja ante las autoridades de la iglesia.
“Mucha gente se informa pero pocos se animan a seguir el proceso, prácticamente es el mismo número de casos que antes; cuando la gente ve el cuestionario revive las emociones y la experiencia y hacen tardado la elaboración de los cuestionarios, porque es volver a contar la historia, y aunque a veces tiene pareja nueva, parece que no han logrado sanar”, comentó.
En diciembre del 2015, el papa Francisco emitió una carta en donde hablaba sobre las reformas que buscaban desburocratizar la justicia vaticana y ayudar a los fieles que buscaba anular sus nupcias.
Lo anterior fue en el marco del año del Jubileo de la Misericordia que comenzó el 8 de diciembre de 2015 y concluyó el 20 de noviembre de 2016, para celebrar el quincuagésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II.
El trámite que antes se hacía en 18 meses y tenía un precio de 6 mil 500 pesos, ahora dura alrededor de 3 meses y es gratuito,  de manera tal que el tribunal tiene su agenda al corriente, pues sus servicios se han hecho más eficientes.
En el año 2015 había registrados 87 procesos, y en el 2016 se registraron 42 nuevos procesos; en el transcurso del mismo año se anularon un total de 57 (15 pendientes del 2015), quedando sin pendientes para este 2017.
“Vamos al día, no tenemos casos pendientes de años anteriores, y para el poco personal que tenemos eso ha sido un gran logro, pues somos los mismos jueces”, indicó Badillo Lucero, quien señaló que anteriormente incluso había hasta lista de espera en las 6 diócesis del estado.
El Tribunal Eclesiástico local está conformado por el obispo José Guadalupe Torres como juez supremo. Luego sigue el vicario general, Patricio Pelayo Ramírez; el vicario judicial adjunto, Rodolfo Murillo Rico; el juez, Julián Badillo Lucero; dos notarios, Javier Gómez y Bernardo Sánchez, así como dos secretarias y tres defensores del vínculo encargados de preservar el sacramento del matrimonio.
El proceso involucra que las parejas tengan que explicarles cuales son los motivos por los que solicitan la nulidad, y testigos que den fe de ello; entre las causas más frecuentes se encuentra el hecho de que no conocían bien a su pareja antes de contraer matrimonio, o que ya en la vida conyugal uno de los dos no cumple con algunas responsabilidades.
Después de estas dos causas, el párroco señaló que la causa más frecuente es la infidelidad y los celos.
Respecto al tema, Eduardo Hayen Cuarón, párroco de Catedral, declaró que actualmente las personas ya no le atribuyen al matrimonio la importancia que tiene.
“Algo tienen que ver que existan tantos fracasos matrimoniales, pero también existe mucho sexo prematrimonial; el hombre se queda en su etapa de adolescente y bloquea su madurez debido a ello. Y no se sacrifica por su pareja”, declaró.

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