Local

Van a la escuela entre escombro y aguas negras

Maricela Morones/
El Diario

2017-02-03

Alumnos del jardín de niños Macurawe, ubicado en el fraccionamiento Los Arenales, recorren de lunes a viernes acompañados de sus madres un camino de basura, escombro, charcos de aguas negras e impregnado de malos olores.
Perla Rodela, mamá de uno de los pequeños, narró cómo a diario busca la vereda menos penosa para llegar al plantel.
Al fondo de la calle Puerto Palenque se observa una laguna de aguas negras con llantas y basura flotando. La banqueta, único espacio libre de agua sucia, está obstruida con escombro y muebles viejos que fueron tirados en la zona.
Los padres de familia relatan que temen que sus hijos caigan por accidente en el agua sucia o que “pesquen” una infección por lo contaminado del área.
Rodela refirió que siempre han tenido el problema del acumulamiento de agua pero anteriormente continuaba su cauce hasta la parte baja de la colonia.
“Ahora se queda el charco aquí porque con maquinaria pesada quitan la tierra que arrastra la lluvia y le tapan la salida a la corriente de agua sucia y pues nosotros nos quedamos con el problema”, indicó la mujer.
Narró que en repetidas ocasiones lo han reportado a las autoridades municipales pero sus peticiones no encuentran respuesta.
“Las maestras han hablado a la Dirección de Limpia pero nunca vienen”, expresó la madre de familia.
Señaló que desde que inició el ciclo escolar en agosto comenzaron a observar que dejaron montones de tierra que superan los dos metros de altura.
“Los vimos que arrastran la tierra y la dejan aquí. Emparejan la calle pero nos ocasionan un problema en la escuela”, explicó la madre de familia.
Dijo que hay ocasiones en que los acumulamientos se quedan frente a la entrada principal de la escuela y los padres de familia colocan piedras o tablas para que puedan pasar las madres y los alumnos.
Al lugar del acumulamiento de agua sucia llegaron trabajadores de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) quienes levantaron una parte de la alcantarilla para desazolvar la laguna.
“El problema es que taponearon la salida de la corriente de agua y eso genera que se quede aquí”, mencionó el empleado quien prefirió omitir su nombre.
Otra de las inconformes es Cristina García, abuela de uno de los infantes que acude al jardín de niños.
“Desde hace meses que se robaron una alcantarilla y sale toda la hediondez a todas horas, dice el niño que a veces el olor llega hasta su salón”, puntualizó. (Maricela Morones / El Diario)

mmorones@redaccion.diario.com.mx

X