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Disminuyen muertes por sida

Fernando Aguilar/
El Diario

2017-02-01

Las muertes originadas por enfermedades asociadas al Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) se redujeron en Juárez 28.27 por ciento el año pasado respecto a 2015, revelan cifras de la Secretaría de Salud del estado.
Esta información estadística es alentadora y se deriva de los esfuerzos que juntas han hecho autoridades y la sociedad civil para que las personas seropositivas accedan a los tratamientos antirretrovirales, señaló María Elena Ramos Rodríguez, directora del Programa Compañeros.
De acuerdo con los datos preliminares provistos por el Sistema Epidemiológico y Estadístico de las Defunciones (SEED) de la dependencia de gobierno, la fase avanzada del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) originó 66 decesos en el año que acaba de pasar, mientras que, en el anterior, 92.
En este panorama destaca que el grupo etario ubicado entre los 35 y los 39 años encabezó en 2016 el mayor número de defunciones con 14 casos de hombres y 1 de mujeres.
En cambio, en 2015 esta primera posición la ocupó el grupo de las personas que tienen entre 30 y 34, con 18 muertes registradas, de las cuales, 16 corresponden a hombres y 2 a mujeres.
Para Jorge, un hombre seropositivo de 28 años, estas cifras son importantes porque, aun cuando dejó de tener la letalidad que tuvo en sus inicios, la infección por el VIH no deja de generar miedos y frustraciones hacia el futuro en quienes la padecen y viven rodeados del estigma social que ella implica.
“La estadística es alentadora”, dijo. “Tal vez para quien no sea parte de la problemática sólo sea un dato más con un efecto positivo en el ámbito de la salud social. Pero para quienes estamos cercanos o somos parte de esta situación, es un dato que nos lleva a tener más esperanza y mayor confianza en los tratamientos médicos”.
Desde la perspectiva de Ramos Rodríguez, pese al optimismo con que estas cifras pudieran abordarse, los diferentes actores sociales deben poner todos sus esfuerzos en la detección temprana del virus, pues, en su experiencia, muchos de los diagnósticos son hechos cuando las enfermedades oportunistas están cerca de causar la muerte.
“Generalmente, las personas que están en esa situación son personas pobres, migrantes y sin acceso a los servicios. Cuando ya están en una etapa de desgaste físico es cuando los identificamos. Por eso tenemos que poner mayor esfuerzo en identificar lo más tempranamente posible a los nuevos casos”, expuso.
De ahí que, afirmó, también es importante que la población que no se percibe a sí misma en riesgo se dé cuenta de que también podría estarlo en un momento determinado, pues el VIH no distingue entre clases socioeconómicas, sexos, preferencias sexuales, identidades de género o cualquier otra variable.
“Por ejemplo, siempre a las mujeres les decimos que sus maridos no son santos ni vacunas”, indicó. “Por eso las casadas deben hacerse la prueba y protegerse igual que otras poblaciones con riesgo, porque luego se nos aumentan las estadísticas”.

faguilar@redaccion.diario.com.mx
 

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