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Unas gasolineras saturadas, otras solitarias

Maricela Morones/
El Diario

2017-01-30

Mientras se realizan los ajustes en los precios de la gasolina, en la ciudad se observan establecimientos saturados por compradores y a escasos metros otros totalmente vacíos.
Este contraste se aprecia en la avenida Tecnológico casi cruce con la calle Agua Caliente. La estación Petrol, ubicada sobre el sentido de sur a norte, tiene saturadas las cuatro bombas de despacho y los empleados atienden rápidamente.
Despachadores como José dicen que desde que inició el año, con el precio que ofertan –12.44 la Magna y 15.35 la Premium– su trabajo ha aumentado considerablemente.
Relata que antes se tomaba el tiempo para limpiar el parabrisas de los automóviles, revisar el aceite o calibrar las llantas, ahora solamente limpia los cristales y busca agilizar la fila que invade la calle Agua Caliente del fraccionamiento Pradera Dorada.
Comenta que labora ocho horas diarias y anteriormente podía tomar un descanso entre carro y carro, pero en los últimos días debe de tomar medidas para hacer más rápida la labor.
Mientras atiende a un automovilista, cobra a otro y colocar la pistola de la bomba en el tanque del siguiente vehículo. 
“Nosotros tenemos sueldo base pero con lo que la gente nos da, los alivianamos, los fines de semana nos va muy bien”, expone José.
A tan solo algunos metros, labora Armando Tinajero, en una gasolinera que vende el litro de Magna a 15.71 pesos y 17.93 la Premium.
Dice que de ser uno de los establecimientos con mayor afluencia en la localidad, ahora registran una baja considerable en las ventas.
En los cinco años que lleva de laborar en la estación, afirma, diariamente alcanzaba a sacar en propinas hasta de 100 pesos. Actualmente hay días en que logra juntar menos de 10 pesos, o nada.
“Aquí venía mucha gente, se bajó mucha la afluencia, ya es raro el que llegue a cargar aquí pero esperemos que todo esto se componga rápido para que vuelva todo a la normalidad”, expresa el hombre mientras limpia las bombas de gasolina.
A falta de clientes Armando y su compañero pasan la mayor parte de la jornada laboral en actividades de limpieza de las estaciones.
Aunque tiene un sueldo base de mil pesos semanales, afirman que las propinas son uno de los mayores ingresos de la labor de un despachador de gasolinas.
“Estos nos pegó a todos, al que compra y al que trabaja en esto, todos salimos perdiendo”, puntualiza.

mmorones@redaccion.diario.com.mx

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