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Fallas de la JMAS inundan el poniente

Fernando Aguilar/
El Diario

2017-01-29

José Luis Montano Ramírez sale de su casa todos los días para ir a trabajar. El hombre, un habitante más de la colonia Puerto La Paz, camina a diario los mismos caminos, esquiva los baches del día anterior y espera el camión en el sitio donde lo ha hecho desde que tiene memoria.
Sea por la mañana, por la tarde, por la noche o durante la madrugada, las escenas urbanas que le toca apreciar siempre son las mismas: pequeños riachuelos que aparentan correr infinitamente desde un punto que parece imposible de determinar.
El poniente, la parte donde se localiza el asentamiento desde donde parte el hombre de 27 años, es un sector de la ciudad que permanece inundado prácticamente todo el año, dicen los vecinos que como él, afirman sentirse hartos de vivir este añejo problema al que se suman las malas condiciones de las vialidades y demás infraestructura.
La razón por la cual se hallan casi permanentemente en esas condiciones es que los colectores de la zona no pueden cumplir con su función de manera óptima.
De hecho, son las colonias de ese punto cardinal las que encabezan el número de reportes que la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) debe atender debido a que, por una parte, las redes con las que cuenta han cumplido ya su vida útil, explica Corazón Díaz Vázquez, portavoz de ese organismo descentralizado.
Datos de la JMAS indican que desde los primeros días de octubre del año pasado –fecha del inicio de la nueva administración estatal– hasta el 25 de enero habían sido generados, desde el sector, 7 mil 762 reportes de los cuales, 4 mil 005 correspondían a problemas con el agua potable y 3 mil 757 al alcantarillado.
El listado lo integran las colonias Altavista, Felipe Ángeles, Francisco Sarabia, Francisco Villa, Insurgentes, Josefa Ortiz de Domínguez, Ladrillera de Juárez, Lázaro Cárdenas y Paso del Norte.
Además figuran ahí otras como Renovación 92, Sara Lugo, Siglo XXI, Arroyo Colorado, Durango, Adolfo López Mateos, 16 de Septiembre, Ampliación Fronteriza, Emiliano Zapata, Plutarco Elías Calles, Galeana y Nueva Galeana, indica la JMAS.
De los más de 3 mil 700 reportes de inconvenientes con el alcantarillado, la empresa descentralizada había resuelto hasta el miércoles pasado 3 mil 18, pero otros 739 continuaban pendientes.
Uno de ellos era ese día una alcantarilla de la que brotaba un caudal de agua que recorría varios metros cuesta abajo desde la calle Pitiquito.
Detrás de la enorme cantidad de solicitudes de atención que recibe la Junta se encuentra el hecho de que los colectores residuales del poniente sufren de un azolve que los satura, explicaba en diciembre del año pasado el presidente de la JMAS, Jorge Rodríguez Cortés.
La basura que se acumula en las calles y que ingresa a la red, indicaba, son también responsables del colapso del sistema y de los posteriores “ríos” de agua sucia.
Vecinos como José Luis opinan que, cualquiera que sea la razón, estos flujos que mantienen encharcadas las calles del poniente durante todo el año son un problema no sólo sanitario, sino estético.
Para María del Carmen, una mujer que trabaja en una maquiladora localizada en el oriente de la ciudad, encontrar la calle Arroyo Caborca y su prolongación denominada Pitiquito es siempre una molestia porque, afirma, su automóvil nunca puede permanecer limpio.
“Es muy desagradable que tu colonia siempre esté en estas condiciones”, lamenta la empleada de 24 años. “Es cierto que las lluvias arrastran toda esta tierra que se mete a las alcantarillas y causa estas fugas, pero ¿por qué la Junta de Aguas no manda más trabajadores para que le den prioridad, si saben que esto pasa cada vez que llueve y prácticamente así se queda?”. (Fernando Aguilar / El Diario)

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