Karen Cano/
El Diario
Al menos siete de cada 10 niños que viven en el norponiente de la ciudad se sienten identificados con pandillas y grupos delictivos y presentan una aspiración a pertenecer a ellos, indican los resultados de un estudio dado a conocer ayer.
El sondeo se aplicó a una muestra de 234 menores de edad que fueron intervenidos a través del Modelo de Relaciones Familiares para Prevenir la Violencia Juvenil, dijo Claudia Campillo Toledo, coordinadora del proyecto y catedrática investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El plan piloto fue implementado el año pasado con apoyo del Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec).
“Son los niños y los jóvenes las principales víctimas, por lo que si queremos revertir la situación debemos impactar directamente en ellos, de forma focalizada, e incidir en los procesos de descomposición”, comentó Campillo Toledo.
Durante un año, la especialista coordinó labores para poder implementar este proyecto, que es una adaptación de otro realizado en Los Ángeles, California, llamado Youth Services Eligibility Tool (Herramienta de Elegibilidad de Servicios para los Jóvenes), que ya fue desarrollado también en la ciudad de Monterrey.
Indicó que en la población infantil y adolescente de Ciudad Juárez, a diferencia de otras regiones del país, está más acentuada la influencia de estos grupos delictivos, lo que potencializa su incorporación a ellos al crecer.
“Esto se ha normalizado y una de las razones es que hemos dejado de hacer cosas, por ejemplo, los padres nos concentramos en ganar dinero para mantenerlos y darles de comer, pero eso limita la capacidad de crianza, implica menos tiempo de calidad. El esquema laboral que tenemos en Juárez está limitando a los padres para estar con sus hijos y ellos buscan modelos en otros sitios”, inquirió.
La especialista dijo que en el mejor de los casos hay menores que están al cuidado de sus abuelos, pero muchos se crían prácticamente solos, en las calles.
Es por eso que el Modelo para Prevenir la Violencia Juvenil está diseñado para reconstruir los lazos familiares, empoderar al menor y dotarlo de herramientas para que se integre a la sociedad de una forma productiva, agregó.
De la muestra de 234 niños que presentaban factores de riesgo, 67 fueron elegibles para su tratamiento y sólo 5 se dieron de baja sin lograr terminar la intervención.
Con todos ellos se trabajó en sus ámbitos familiares y escolares, dijo Campillo Toledo, por lo que en total se atendió a 208 personas conformadas en 62 familias.
A los niños intervenidos se les realizó una evaluación final, en donde se mostró que ya no representaban riesgo de unirse a las filas delictivas.
Los involucrados viven en las colonias Arroyo Colorado, Centro, Chaveña, Corregidora, Francisco I Madero, Gregorio M Solis y Obrera, que presentan condiciones de alta inseguridad.
El director de Ficosec, Ricardo Rodríguez, indicó que este plan piloto se desarrolló con una inversión de 9 millones de pesos.
Dijo que fue diseñado para realizarse en una segunda versión este año, expandida a más niños en áreas vulnerables. Esta vez se coordinarán con la organización Techo Comunitario para realizarlo e implementarlo de forma permanente. (Karen Cano / El Diario)
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