Fernando Aguilar/
El Diario
La eliminación de la versión en español de la página web de la Casa Blanca es señal de que el gobierno de Donald Trump asume como política de Estado la exclusión de las minorías y de todo lo que no tenga que ver con “hacer América grande otra vez”, advierten académicos, en actitud supremacista.
La Oficina del Censo indica que 40 millones 45 mil 795 personas hablaban español en 2015, cifra equivalente al 13.3 por ciento del total de la población de Estados Unidos, lo que la convierte en el segundo idioma en el país.
Retirar la traducción de la página tiene mucha importancia porque es precisamente la población hispana la que crece con mayor rapidez en términos demográficos, consideró Rodolfo Rubio Salas, doctor en Geografía Humana.
“Se trata de excluir a todo lo que no represente lo que ellos dijeron es hacer América grande otra vez y los grupos hispanos no forman parte de este proceso”, señaló el experto sobre la eliminación que se suma a la sección LGTB del portal de la Casa Blanca, retirada hace unos días.
Abraham Paniagua Vázquez, investigador de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) dijo que “no es una acción simple”.
“Me parece que esta acción se va a traducir en una política de Estado, de exclusión por nacionalidad, religión, clases económicas, estatus social”.
Desde su perspectiva, el presidente mantiene congruencia con su discurso de campaña de “sólo inglés”, pese a que no está señalado como oficial en la Constitución de Estados Unidos.
Para Jesús Peña Muñoz, especialista en estudios de migración y población del Colegio de la Frontera Norte (Colef), se trata de un mensaje que indica que ese gobierno buscará que el inglés sea el idioma oficial.
“Es una decisión que no está violando la ley, pero que tiene que ver con su discurso. va con lo que se espera de Trump”, dijo.
Para la presidenta del Congreso del Estado, Blanca Gámez Gutiérrez, la decisión es un acto discriminatorio.
“Va en serio, no se trató de una estrategia de campaña para convencer a la gente homofóbica y racista, de votar por él. Es un acto discriminatorio contra latinos y no sólo contra quienes viven en ese país, sino contra las personas que viven fuera del país y que quieren informarse en español”, señaló.
La legisladora lamentó que ni las marchas multitudinarias e históricas en Estados Unidos y otros países lo hayan detenido un poco.
Gámez dijo que corresponde al gobierno federal dar el mensaje adecuado, para fortalecer al país social y económicamente, aunque lo ve difícil.
“Ojalá que no sea una postura de colaboración, sino exigencia y que haga saber cuál será política migratoria, para implementar medidas en México”, expresó. (Con información de Patricia Mayorga / El Diario)
faguilar@redaccion.diario.com.mx