El Diario
2017-01-20
El atentado de un adolescente hacia su maestra y cuatro compañeros de escuela el pasado miércoles en Monterrey fue una copia de actos similares que se han generado en Estados Unidos, así lo afirmaron integrantes de un grupo interdisciplinario de criminólogos y psicólogos.
Andrea Lozoya Holguín, especialista en criminología, refirió que es importante evitar la psicosis y ayudar a prevenir este tipo de actos desde el núcleo del hogar. Exhortó a los padres de familia o tutores a pasar tiempo de calidad con los menores.
“La ola de violencia, el auge criminal pudo dejar secuelas en los niños, son menores resentidos con la sociedad porque les quitó un familiar o un conocido”, expresó Lozoya Holguín.
Otro de los integrantes del grupo es Gerardo Gaucín, quien se desempeña como sociólogo. Dijo que cuando ocurren hechos como el de Monterrey se enciende una alarma social.
Comentó que la probabilidad para que se repliquen actos similares es muy elevada, pero ellos a través de la prevención buscan evitar que los menores se enfoquen en actos delictivos.
“Si hablamos concreto del caso de Monterrey, el muchacho tuvo que presentar conductas de alerta y se puede decir que hubo cierta negligencia por parte de personal de la escuela y en el hogar al no darse cuenta de los cambios”, mencionó.
Refiere algunas conductas para detectar tendencias antisociales son: crueldad hacia los animales, indiferencia al dolor ajeno, sentimiento de placer hacia el sufrimiento de otras personas y estados anímicos cambiantes.
El entorno familiar es un punto clave para los niños y adolescentes, es donde se empiezan a crear la personalidad a base de los comportamientos.
“Cuando los padres no ofrecen tiempo de calidad a los hijos, ellos empiezan a envolverse en un desinterés por la familia, empiezan a buscar temas violentos y lo relacionado con sufrimiento”, dijo.
Como parte de las actividades de prevención es importante que los tutores tengan conocimiento de los contenidos que los hijos ven en Internet, conocerlos y ayudarles a solucionar conflictos de la vida diaria.
Jesica Guerrero también es integrante de la agrupación interdisciplinaria y destacó que a pesar de que en la mayoría de los hogares ambos padres laboran, se deben de brindar tiempos de sana convivencia.
“Debemos de estar al pendiente de qué les gusta, sus amigos, sus calificaciones, aunque haya cansancio los padres deben de hacer un esfuerzo”, argumentó Guerrero, quien se enfoca en la cuestión legal de los hechos delictivos relacionados con menores de edad.
Sobre este tema abordó la falta de un proyecto efectivo en el Centro de Readaptación Social para Adolescentes Infractores para reivindicarlos y evitar que comentan delitos nuevamente.
“En la mayoría de los casos cuando un menor infractor comete un delito, ya lo hace de manera sistemática porque no le brindamos otras opciones”, dijo Guerrero.
Además los integrantes de la agrupación expusieron que en aproximadamente dos meses abrirán un espacio para atender gratis a personas que busquen ayuda psicológica, social o legal. (Maricela Morones)
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