Fernando Aguilar
El Diario
Dos de las ocho personas que sufrieron lesiones en la explosión ocurrida anoche en una casa ya abandonaron el hospital, pero las otras seis continúan hospitalizadas, unas graves y otras estables en distintas clínicas.
El siniestro, que se registró en la colonia 12 de Julio, dejó heridos a cuatro bomberos, tres policías municipales y un civil, cuyos nombres no han sido revelados por las autoridades.
Efrén Matamoros Barraza, director de Protección Civil, indicó que esta mañana dos bomberos fueron dados de alta del Hospital Poliplaza Médica, mientras que otros dos siguen internados pero fuera de peligro.
Informó que éstos últimos presentan quemaduras de segundo grado en rostro y manos.
El presidente municipal, Armando Cabada Alvídrez, agregó que, de los tres agentes preventivos lesionados, dos de ellos están delicados de salud y otro se halla estable.
Uno de los que se encuentran graves está en Poliplaza Médica, donde también convalece el estable, y el otro en el Hospital General Regional (HGR) 66 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en condición crítica.
Las autoridades dieron a conocer que el civil, quien es el dueño de la vivienda donde se produjo el estallido, está en el Centro Médico de Especialidades.
Raúl Sánchez Martínez, yerno de este hombre, lo identificó como Mario Alberto Mendoza, de 30 años, quien, dijo, es trabajador de una maquiladora y sufrió quemaduras de tercer grado.
Una visita al punto donde sobrevino el estallido permitió advertir que la casa quedó completamente inhabitable porque la fuerza de la explosión derribó varias paredes y debilitó algunas secciones del techo.
El fuego carbonizó prendas de vestir, las camas de los niños de la familia Mendoza y casi todos los muebles del hogar.
De acuerdo con Sánchez Martínez, los niños, dos menores, alcanzaron a ser sacados antes de que las llamas alcanzaran su habitación, que se encuentra frente al patio donde un desperfecto en un cilindro de gas LP originó la tragedia.
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