Luz del Carmen Sosa/
El Diario
La llamada al 911 advertía personas intoxicadas dentro de una vivienda en Fovissste Chamizal.
El instinto de supervivencia hizo reaccionar en cuestión de segundos a los agentes de la patrulla 249 del Distrito Universidad. Se sobrepusieron a la impresión de encontrar inconscientes a dos niños y sus padres y al fuerte olor a gas, para sin pensarlo, brindarles los primeros auxilios.
“Colocamos de lado al señor para evitar que broncoaspirara, mi compañero tomó a la mujer y yo al hombre, ya estaban morados y con espuma en la boca, de inmediato empezamos a darles respiración de boca a boca y aplicamos el RCP (reanimación cardiopulmonar) para hacerlos reaccionar”, narra el policía primero, Rodolfo Ramírez Arrazola, con apenas cuatro meses en la corporación.
El oficial desde niño soñó con ser policía y fue el año pasado cuando tuvo la oportunidad de incorporarse a las filas de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
Su compañero Ever Alberto Fernández de la Trinidad, tiene tres años en la corporación y asegura que es la primera vez que enfrentaba una situación similar.
Los oficiales corresponden a otro distrito de Policía y respondieron por radio al encontrarse muy cerca del lugar.
Llegaron al cruce de la avenida Plutarco Elías Calles y Hermanos Escobar para luego correr hasta el tercer piso de los multifamiliares.
La puerta estaba abierta y entraron. El tufo a gas los impactó, pero de inmediato encontraron el primer cuerpo amoratado de una niña. Abrieron puertas y ventanas y apagaron la estufa y un calentón.
“Ventilamos el lugar, abrimos puertas y ventanas que estaban cerradas herméticamente con el calentón y la estufa encendidos. Por instinto y gracias a los cursos de capacitación que nos han brindado en la Secretaría aplicamos los conocimientos básicos de primeros auxilios y logramos que respiraran”, resume Fernández de la Trinidad.
La pareja estaba en la recámara y una niña al pie de la cama.
Parecía que las niñas habían hecho una “casita” con cobijas en la sala y eran las menos lesionadas.
El padre y la madre estaban inconscientes en la cama y ya no respiraban cuando los agentes preventivos se aferraban a revivirlos.
“Ya está bien la familia, después de 15 minutos corroboramos en el hospital que estaban estables. Nos han dicho que si se hubiera tardado la ayuda unos minutos más hubieran muerto”, dice el novel policía.
La llamada de alerta de una vecina, la intervención oportuna de los agentes, la asistencia de más familiares al momento del accidente y la respuesta de los cuerpos de emergencia funcionaron. Una familia se salvó de morir intoxicada.
Esta temporada invernal ha registrado casi 30 personas muertas y otras más fallecidas en incendios ocasionados por el uso inadecuado de los aparatos de calefacción.
“Anoche (domingo) nos dimos cuenta que la casa estaba herméticamente cerrada, por eso es importante abrir dos ventanas aproximadamente de 3 ó 4 dedos y estar revisando constantemente que las calefacciones funcionen bien y apagar estos aparatos por la noche”, pide el agente Rodolfo.
“Más vale echarse una cobija de más”, agrega el agente Ever.
Horas después de la exitosa intervención, en la que apoyaron los familiares de la mujer que auxiliaron a las niñas, los agentes confiesan que al pasar la adrenalina ninguno pudo evitar derramar unas lágrimas ante los hechos vividos. (Luz del Carmen Sosa / El Diario)
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