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El Diario
Policías ministeriales y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) regresaron a la casa donde el martes pasado encontraron tres cuerpos enterrados, para seguir con las excavaciones.
Hallaron un brazo en una cuarta fosa que abrieron en la casa ubicada en la calle Pedro Herrera Núñez 8420, de la colonia Juanita Luna.
Una denuncia ciudadana dio inicio a una investigación judicial que concluyó con el descubrimiento en el extremo poniente de la ciudad.
Ayer los peritos buscaban más evidencia de los homicidios que se registraron en ese inmueble, los cuales son de distintos tiempos, de acuerdo con personal de la FGE.
La casa, ubicada a pocos metros del Panteón Jardines del Recuerdo, fue cerrada con candados por ministeriales, pero en el patio se alcanzaba a ver un letrero que indicaba la existencia de una cuarta fosa, en donde localizaron la extremidad.
Vecinos comentaron que en ese domicilio vendía droga un sujeto apodado ‘El Chapo’, que se encuentra sustraído de la justicia.
Fue la tarde del lunes, cuando agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) Zona Norte interrogaron a un testigo de los hechos, quien dio datos para dar con el paradero de los restos humanos, de acuerdo con un reporte de la Policía Ministerial.
Elementos de la Unidad de Delitos Contra la Vida y peritos forenses se trasladaron la tarde del martes hasta la vivienda en las calles Salvador Martínez y Pedro Herrera, cerca del Panteón Jardines del Recuerdo.
En el lugar se localizaron tres osamentas, cuyos restos fueron enviados al laboratorio del Servicio Médico Forense (Semefo), donde se determinará el sexo de las víctimas, causa de muerte y tiempo de haber fallecido, dijo Alejandro Ruvalcaba, vocero de la Fiscalía Zona Norte.
El martes unos 30 agentes, peritos y un agente del Ministerio Público se trasladaron hasta el lugar para buscar los restos de un hombre que fue asesinado y sepultado de manera clandestina en el patio de una vivienda en donde se encontraban dos personas, que se mantienen en calidad de presentados.
De acuerdo con los primeros informes, había dos cuerpos y una osamenta, además de ropa de hombre. Los agentes utilizaron perros especializados en la detección de cadáveres, drogas y armas.
Al lugar llegó un hombre, quien narró que su hijo, de nombre Edwin Lozano Rodríguez, de 25 años, vivía frente a la casa donde se localizaron las fosas clandestinas y que se encuentra desaparecido desde hace dos meses, por lo cual presentó un reporte a las autoridades.
Residentes del sector comentaron que al hombre que habita la vivienda cateada lo apodan “El Chapo” y que presuntamente vende drogas.
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