Cinthya Ávila/
El Diario
En vísperas de celebrar la Noche Buena, compradores saturaron tiendas y establecimientos comerciales en busca de alimentos e incluso de regalos.
La afluencia se podía apreciar desde los estacionamientos de diferentes plazas comerciales, donde era necesario dar varias vueltas o esperar por un aparcadero.
En el interior los consumidores buscaban paveras, pan, papel para envolver regalos y juguetes.
En una de las tiendas un matrimonio escogía en el área de juguetería entre diferentes personajes. El carrito donde depositaban sus compras ya llevaba refrescos, pastel y una botella de sidra.
“Tuvimos toda la semana para venir, pero así es uno de desidioso”, comentó Luis Corral, mientras esperaba a su esposa.
A unos metros una mujer seleccionaba bolsas y pliegos para envolver los presentes que entregará a sus seres queridos.
Personal de piso comentó que la actividad creció desde el viernes por la tarde y desde hace varios días se doblaron turnos laborales, para atender la demanda.
Los pasillos de las tiendas lucían prácticamente llenos por el transitar de la clientela.
María Rodríguez, ama de casa, mencionó que fue “corriendo” por la pavera, pues se le había olvidado. Después de encontrarla recorría el supermercado, para ver si no había dejado de lado alguna otra cosa.
Por el cúmulo de gente en el área de cajas, se permitió a los clientes hacer sus pagos en otros departamentos, como farmacia y electrónicos, en donde también las filas eran de más de cinco personas.
De acuerdo con la sección especializada en Centros Comerciales de Cámara Nacional de Comercio (Canaco) el fin de semana previo a Navidad y las compras de última hora, representan un importante movimiento en los negocios.
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