Salvador Castro/
El Diario
“Como les dije, hay que hacer las cosas con amor, vean que guapo quedó nuestro amigo José Ramón”, publicó en su página de Facebook, el presidente municipal, Armando Cabada Alvídrez quien ha dado seguimiento a las Historias de Navidad publicadas por El Diario.
El alcalde pidió a cinco direcciones del municipio, como Atención Ciudadana, Relaciones Públicas, Obras Públicas, entre otras, para que brinden apoyo a las familias y atiendan sus necesidades.
“Como lo he mencionado anteriormente, muchas familias de Juárez tienen grandes necesidades, todo el personal del municipio se esfuerza día a día por atender estas demandas”, escribió el presidente.
Informó que a pesar de la presión de la inauguración del Paseo Navideño, su esposa Alejandra acudió personalmente a atender y llevar ayuda.
“Le agradezco enormemente el recordarnos, que más allá de la responsabilidad y el compromiso, las cosas hay que hacerlas con amor”, expresó.
Cabada Alvídrez compartió un video en el que se observa a su esposa acompañada de funcionarios y empleados de las diferentes direcciones del municipio atendiendo a las familias.
“También, gracias a que vecinos de la Colonia héroes de la Revolución me hicieron saber el caso de un adulto mayor de 74 años que perdió lo poco que tenía en un incendio ahora se le está brindando apoyo y atención. Los juarense estamos adoptando una nueva actitud. Gracias a todos los que me siguen en redes sociales, juntos podemos salir adelante ¿Me ayudan? ¡Vamos bien! -@”, escribió el alcalde.
En el video se observa a personal del municipio que realiza labores de limpieza y además brindando apoyo al señor Rosendo Ojeda Sánchez y a su hijo José Ramón.
Ambos fueron protagonistas de una de las Historias de Navidad publicada por El Diario y de inmediato comenzó a llegar la ayuda de los lectores y las autoridades municipales.
Rosendo y José Ramón sólo se tienen a ellos, así que pasarán esta Navidad solos, pero juntos, como lo han hecho desde hace décadas en ese domicilio de la calle Rosarito 405, donde no hay más que una cama, una antigua estufa y un cúmulo de ‘tiliches’. “Quisiera cenar carne o frijolitos”, comenta mientras su hijo disfruta un refresco de cola, su primera bebida del día. “O aunque fuera sopa. No comemos bien porque nunca hemos tenido. Hemos sido pobres y no presumimos nada porque no tenemos nada”, señala la historia.
Oriundos de Durango, ellos son los únicos miembros de la familia que quedan en este mundo. La esposa de Rosendo, Hipólita, murió. Su hermano y su padre, “se acabaron”.
Si usted desea ayudar a Rosendo y a su hijo José Ramón, puede acudir al domicilio que se ubica en la calle Rosarito 405, en la colonia Puerto La Paz.
Para llegar, tome la avenida 16 de Septiembre rumbo al poniente y tome la calle Caborca hacia la izquierda. Cuente cuatro cuadras y luego gire a la izquierda en la calle Francisco Javier Mina. A continuación, siga derecho una cuadra y dé vuelta en la calle Rosarito.
La casa de esta familia se localiza en la esquina opuesta a una tienda de abarrotes llamada Abarrotes Díaz.
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