Araly Castañón/
El Diario
El uso de una calle de terracería que corre a un costado de una acequia fue motivo de confrontación entre vecinos de Bosques del Sol y de otros fraccionamientos que se encuentran al final de la Manuel Rivera Lara.
Un grupo de vecinas pretende cerrar el camino porque aseguran que por esa brecha entran los ladrones a sus viviendas y además por la tierra que levantan los autos al pasar, mientras que otros habitantes del lugar aseguran que ese camino es una vía alterna en el sector.
El camino de terracería se ubica al final de la Manuel Rivera Lara, es de unos 800 metros y conecta con una calle que sale a la Teófilo Borunda, pero ayer los residentes de la zona se toparon con que se estaba haciendo una zanja para impedir el tránsito vehicular.
Debido al enfrentamiento entre los vecinos, acudió la Policía Municipal para evitar una riña y después llegó un trabajador de la Dirección de Desarrollo Urbano.
Una de las vecinas inconformes, Claudia Domínguez Curiel, mostró al trabajador una documentación, pero el empleado, Óscar Daniel Chávez Ponce, aseguró que era una “factibilidad”, y no un permiso para obstruir el tránsito.
La factibilidad que expidió la Dirección de Obras Públicas, significa que sí se puede deshabilitar la calle, pero no es lo mismo que un permiso para hacerlo, explicó Chávez.
Los residentes que están a favor de cerrar el camino porque aseguran que por ahí pueden entrar los ladrones a sus viviendas y además se levanta mucho polvo que les molesta.
“Se requiere un permiso para hacer cualquier obra, y no tienen ningún permiso”, aseguró el trabajador de Desarrollo Urbano.
Óscar, uno de los vecinos en contra del cierre, aseguró ya van cinco veces que un grupo de vecinas de Bosques del Sol etapa 3 tratan de obstruir la ampliación de la Manuel Rivera Lara.
“Vimos y nos opusimos”, mencionó el residente, quien solicitó no publicar su nombre completo.
Aseguró que los residentes de los fraccionamientos, Foresta, Las Acequias, Jardines Residencial y Bosques del Sol, son los que utilizan ese camino como una vía alterna.
“Si lo cierran nos afecta porque por aquí pasa la Policía, y también pasamos para llevar a los niños al kínder, pasa la Policía y tránsito normal”, aseguró.
El trabajador de Desarrollo Urbano expuso que mientras no exista un permiso para obstruir el camino, no se puede cerrar, pero ayer se quedó una zanja que impidió la circulación de autos.
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