Araly Castañón
El Diario
Con la implementación de los retenes antiebrios, el Municipio dio marcha atrás al programa en el que agentes de Tránsito y de la Policía iban a llevar hasta sus casas a conductores en estado de ebriedad que fueran detenidos, afirmó el alcalde Armando Cabada Alvídrez.
“La instrucción clara que le he dado a la directora de Vialidad es que a partir de ya, a quien se le detenga en algún estado de ebriedad sea detenido y pague con cárcel lo que el reglamento nos permite en este momento”, declaró.
Expuso que quien sea detectado en primer grado de ebriedad deberá ser detenido 12 horas, en segundo grado 24 horas y en tercer grado 36 horas, aparte de pagar la sanción administrativa.
El fin de semana, la directora general de Tránsito Municipal, Verónica Jaramillo Argüelles, dijo que si algún automovilista era retenido por conducir con algún grado de alcohol en la sangre, podía pedir el apoyo al número de emergencia 911, para que una patrulla de Seguridad Pública o de Tránsito lo lleve hasta la puerta de su casa, sin ningún costo para el conductor.
La estrategia se implementaría durante la temporada decembrina para evitar accidentes.
La funcionaria declaró que incluso los agentes podían ayudar a los guiadores a solicitar una unidad del servicio de transporte Uber, para que los ayude en su traslado, pero en este caso, el costo lo cubre el usuario.
"Si sale positivo el examen de alcoholímetro, se le retira el vehículo, se le saca de circulación y al conductor se le da la opción de que se le lleve a su domicilio o de que le marque a un Uber para que lo lleve", explicó.
Sin embargo, el alcalde giró ayer otra instrucción y desde ayer en la noche se pusieron en marcha los operativos antiebrios como operaban en la administración municipal pasada.
De modo que si un conductor es detenido y tras la prueba del alcoholímetro resulta con algún estado de ebriedad, además de ser detenido, deberá pagar la multa de Tránsito, más los gastos de traslado por su auto al corralón y la permanencia en este lugar.
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