Horacio Carrasco/
El Diario
El Departamento de Transporte Público procederá a cancelar la licencia al chofer de rutera que el domingo pasado puso en peligro a unos 35 pasajeros, al meter el camión que conducía en el paso a desnivel de la avenida Insurgentes cuando se encontraba inundado.
Además se citó al permisionario para aplicarle una multa y advertirle que se va a revisar la posibilidad de cancelar la concesión, dijo Víctor Hugo Estala Banda, jefe del Departamento de Transporte Público en la Zona Norte.
El domingo, pese a las advertencias de los pasajeros de no pasar por ese desnivel, el chofer del camión 253, Gerardo Loya González, de 42 años, condujo entre la laguna.
Y por supuesto, el camión quedó varado y el agua comenzó a inundarlo.
“La Ley nos faculta para cancelar la licencia al conductor, y en segundo lugar, ya hemos pedido que se acerque el concesionario para aplicar la multa correspondiente”, agregó Estala.
El funcionario consideró “inhumano y peligroso” meter el camión a ese lugar inundado y poner en peligro la vida de tantos pasajeros.
Agregó que es urgente que se cambien las reglas para que la licencia de conductor ya no se emita en un tiempo tan corto, sino que se haga una certificación de cada aspirante a conductor.
“Nosotros no vamos a tolerar conductores que les guste el exceso de velocidad, camiones que contaminen, maltrato a las personas y mucho menos un chofer que quiera cruzar una zona que está completamente inundada”, agregó.
Y no solo eso, sino que el acceso al desnivel estaba acordonado por las autoridades y el conductor desatendió la medida de seguridad, indicó.
El domingo por la noche, unos 35 pasajeros de la ruta Express 1-B vivieron momentos de terror cuando el camión en el que viajaban quedó varado en el paso a desnivel. Entre los usuarios había cinco niños.
Los pasajeros fueron rescatados por elementos del Cuerpo de Bomberos, quienes usaron lanchas salvavidas y escaleras. Además, a los pasajeros los resguardaron momentáneamente en los techos de las máquinas extintoras, y a los niños los cargaron en brazos y los fueron sacando del lugar.
Desde la mañana del sábado, el paso a desnivel de la avenida Insurgentes había sido cerrado al tráfico vehicular por la acumulación de agua, debido a la lluvia.
Sin embargo, Gerardo Loya González decidió brincarse los cordones de seguridad que había en la entrada del paso y condujo hacia el encharcamiento, incluso reveló que no era la primera vez que lo hacía.
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