Maricela Morones/
El Diario
A sus 88 años, Cirila Amaya Cruz caminó más de cuatro horas para pagar la manda que le prometió a la Virgen de Guadalupe cuando uno de sus nietos se debatía entre la vida y la muerte pero gracias a su fe él ha mejorado.
Ella fue una de las casi cinco mil caminantes de la megaperegrinación en la que participaron siete parroquias del poniente de la ciudad.
Cirila viajó desde el municipio de Cuauhtémoc hasta Ciudad Juárez para ser miembro de este movimiento católico. “Yo le rezo todos los días y le pido por la salud de toda mi familia”, platica la mujer.
El punto de encuentro fue el cruce de bulevar Zaragoza y Aztecas de ahí caminaron hasta la Catedral en la zona Centro.
“No hay nada más fuerte que el amor por mi Morenita”, dice mientras se mezcla a paso lento entre los peregrinos y se cubre del frío.
La procesión fue encabezada por el padre Aristeo Baca, párroco de la iglesia Santa María de la Montaña, seguido por grupos de danzantes que fervorosos bailaron a los pies de las imágenes de la Virgen.
Desde hace 22 años se lleva a cabo este recorrido, es una forma de agradecer a la Virgen de Guadalupe por cada día de vida, señala el sacerdote.
“La gente está llena de fe y de mucho amor. Agradecemos a la Morenita que nos echó la mano con el clima, está un poco frío pero bastante soleado y eso nos ayudará a llegar en mejores condiciones”, expresó el presbítero minutos antes de avanzar.
Informó que a lo largo de la avenida De los Aztecas se incorporaron más feligreses que provienen de iglesias del área.
También se utilizaron las plataformas de tres camiones de carga para que grupos de infantes realizaran escenificaciones de los mandamientos católicos.
Además de camionetas con decoraciones alusivas a la Virgen y los peatones portaban playeras con la imagen de la Guadalupana.
El sacerdote reconoció el apoyo de la comunidad católica en estos eventos y destacó la visita de familias completas con bebés en brazos y personas de la tercera edad, incluso seguidores con alguna discapacidad.
Al final de la caravana se observaron los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) y las calles contiguas agentes de la Dirección General Tránsito Municipal (DGTM).
En los 22 años que se ha llevado a cabo el peregrinaje, el presbítero enfatizó que no se han presentado accidentes, solamente en un par de ocasiones se han desmayado personas debido a la fatiga de caminar por tanto tiempo.
“A pesar de todo seguimos aquí”, menciona el padre Aristeo Baca, mientras invita a las personas a unirse a la caravana. (Maricela Morones)
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