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Destruyen carril para invidentes en el Centro

Alicia Fernández/
El Diario

2016-12-03

La señalética para invidentes en la Zona Centro está destruida en varias secciones, los peatones en su mayoría desconocen la utilidad de estas vías, también los comerciantes.
Este tipo de situaciones, aunados una pobre infraestructura urbana para personas con discapacidad, las mantiene siendo discriminadas, marginadas y sin posibilidades de acceder a una vida independiente según comentó Laura Antillón, de la Fundación Integra. 
No solamente personas con discapacidad necesitan mejores accesos, también “los adultos mayores, embarazadas, los niños en carreola, personas con debilidad visual”, dijo.
Desde 2013, menciona Antillón que señalaron  que la construcción de nuevas obras no se ha tomado en cuenta la construcción de accesos para personas con discapacidad.
Señalamiento que se ha difuminado entre los cambios de administración, por lo que ahora la organización busca que con este nuevo gobierno se pueda diseñar un reglamento de accesibilidad.
“Esto debe estar estipulado, reglamentado, en todas las obras que se realicen”, según comentó Antillón.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad reconoce “la importancia de la accesibilidad al entorno físico, social, económico y cultural, a la salud y la educación y a la información y las comunicaciones, para que las personas con discapacidad puedan gozar plenamente de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales”, según el documento.
“No pueden acceder a un transporte, no pueden movilizarse a recibir atención académica, no pueden trasladarse a ingresar a una fuente laboral, siguen siendo discriminadas, marginadas y excluidas”, afirmó la directora de la Fundación.
Graciela Castillo Cordero, de 67 años, es un ejemplo de persona con discapacidad que se transporta en una silla de ruedas, en ella va a supermercado, pide ayuda en los cruceros, a donde se traslada desde su casa.
Menciona que ha tenido que ingeniárselas para sortear todos los obstáculos como las banquetas sin cemento, por lo que tiene que rodear y bajarse a la calle para poder circular.
En la calle López Mateos, las rampas no tienen el ancho para que entre una silla de ruedas, además algunas están muy verticales, lo que puede ser peligroso ya que la silla puede bajar con mucha velocidad y herir al ciudadano.
Las puntos y boyas en la zona centro que corresponden a una señalética para los invidentes, en tramos está descontinuada, en al algunos destruida e incluso invadida por un bar que extendió su territorio a la banqueta, con lo que hizo que la vía se desviara.
El Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo establece que la infraestructura urbana debe favorecer en primer lugar al peatón, ya que el caminar empuja a las personas a ejercitarse y también se disminuye el efecto de la contaminación emitida por los vehículos. (Alicia Fernández / El Diario)

afernandez@redaccion.diario.com.mx

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