Luz del Carmen Sosa/
El Diario
Habitantes del fraccionamiento Virreyes urgieron a la Dirección de Ecología intervenir en el problema ambiental que enfrentan a causa del ruido que generan cuatro bares situados en el Plaza El Trigal, localizada en las avenidas Manuel Gómez Morín y calle Del Trigal.
Martín Bautista Lucio, presidente del comité de vecinos, denunció que los negocios “El Albur”, “La Vaca Loca”, “La Bodeguita”, y “Homeros”, “de manera constante y cotidiana violentan el Reglamento de Ecología y Protección al Ambiente”.
En el oficio fechado el 12 de octubre del año en curso y dirigido al presidente municipal Armando Cabada Alvídrez, el líder asegura que “durante los siete días de la semana a partir de las 20:00 horas y hasta las dos de la mañana, estos negocios rebasan los niveles máximos permitidos de emisiones de ruido.
“Mantienen el volumen de su música al máximo a través de bocinas e incluso de música en vivo dentro y fuera de cada uno de estos establecimientos comerciales, los cuales en lugar de tener un aislamiento acústico para que el ruido generado en su interior no rebase los niveles permitidos, funcionan prácticamente a la intemperie”, denunció Bautista Lucio.
Este problema ambiental se agudizó para los vecinos a partir del mes de junio del año en curso, fecha desde la cual los residentes han denunciado a través del número de emergencias 066 “sin obtener una respuesta favorable”, aseguraron en la queja oficial presentada por escrito ante la Dirección de Ecología.
Bautista Lucio descartó cualquier interés de afectar el desarrollo de la ciudad, sin embargo, preponderó el derecho al descanso dentro de su hogar que tienen las familias que residen en este y otros fraccionamiento.
El titular de la dependencia, Jürgen Gasner Carbajal, dijo que este tipo de conflictos entre vecinos y negocios establecidos en el bulevar Manuel Gómez Morín son consecuencia de lo que otras administraciones municipales y estatales permitieron.
“En otras administraciones se autorizó el uso de suelo para esos negocios, la licencia de funcionamiento y la licencia para la venta de alcohol, vemos también problemas como la falta de estacionamiento, pero eso fue algo que debieron ver las administraciones anteriores”, planteó el servidor público.
Dijo que de octubre a la fecha en Plaza El Trigal se impusieron dos multas contra bares por ruido y otro negocio en la misma vialidad fue clausurado por el mismo motivo; el pasado 18 de noviembre acudieron inspectores a esta plaza pero no se impusieron sanciones al no encontrar irregularidades.
En otra revisión los inspectores impusieron una multa que no fue liquidada porque el propietario del negocio optó por cerrar el bar.
Jürgen Gasner Carbajal refirió que las sanciones que están dentro del ámbito de competencia de esta dirección se han impuesto, pero destacó que la apertura de esos negocios es antigua.
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