Maricela Morones/
El Diario
Los conductores que circulan por el cruce de Manuel J. Clouthier y Tapioca avanzan de manera lenta y tratan de evitar la serie de baches que se han generado en la zona.
Algunos sin percatarse de la condición del pavimento caen intempestivamente, hecho que genera un fuerte impacto entre la carrocería y el bache.
Los socavones están repletos de agua generada por una fuga que proviene de una plaza comercial ubicada dos cuadras más adelante, en la calle Toronja Roja esquina con Clouthier.
Un vecino del lugar, quien omitió dar su nombre, denunció que esta fuga lleva más de 15 días. Él llamó a la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), misma que acudió en dos ocasiones pero no resolvieron la problemática.
Aseguró que los integrantes de las cuadrillas solamente se bajaron y observaron pero no intentaron detener el escape de agua.
“Ya destruyó una buena parte de la calle y varias veces me ha tocado ver que los carros caen bien feo y hasta se les revientan las llantas”, explicó.
Las afectaciones se tienen en los tres carriles de la calle en un sentido de poniente a oriente sobre Manuel J. Clouthier.
Personas que esperan el transporte público en esta vialidad son mojados por los conductores que sin percatarse caen en el bache hecho que provoca que salpiquen agua.
Unos optan por esperar a que la vialidad se quede parcialmente vacía y caminan apresuradamente para alcanzar a cruzar.
Alejandra lleva más de cinco años de radicar en la zona y expresó que por lo menos dos veces al año se genera la fuga.
Desconocen si los propietarios de la plaza comercial ya han sido notificados por la JMAS de la fuga constante de agua que brota del alcantarillado y el registro.
“Ojalá y arreglen porque es muy feo pasar por ahí con tu carro y caer en todos esos cráteres”, dice mientras se protege en una barda para evitar ser mojada por los vehículos.
Agrega que a pesar de que el semáforo del crucero esté en verde el embotellamiento se genera por la lentitud del avance en los automovilistas. Refiere que las cosas empeoran en horario escolar. (Maricela Morones)
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