Horacio Carrasco/
El Diario
El Atlas de Riesgo fue modificado y ahora la versión del 2017 incluirá la posibilidad de sismo, la velocidad que alcanzan los vientos en febrero, marzo y abril, y las rutas que deberán seguir los vehículos que transportan ácidos y gases, informó Jorge Alfredo García Acosta, coordinador de Protección Civil estatal en la Zona Norte.
Para el próximo año se contará ya con algunas modificaciones con el fin de mejorar el trabajo de salvaguardar la vida de la población en esta frontera, expresó.
“El Atlas de Riesgo es un instrumento que es indispensable, porque nos permite prever y contrarrestar cualquier fenómeno”, indicó.
Es un instrumento que todo mundo debería tener para salvaguardar la integridad física de las personas, dijo.
Entre las actualizaciones que se agregaron se halla la velocidad que alcanzan los vientos en esta frontera, ya que en febrero, marzo y abril se presentan con mucha intensidad, agregó.
Se podrá conocer la velocidad que pueden tener esos vientos e informarle el dato a la Dirección General de Desarrollo Urbano del Municipio, informó.
Esto con el fin de que se revise que cada uno de los anuncios panorámicos tenga la resistencia adecuada, lo mismo que los semáforos y arbotantes, expresó.
También se incluyeron problemas sismológicos, pues de acuerdo con estudios del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), existe una falla en la zona del río Bravo que podría presentar sacudidas, dijo.
También hay un nuevo un apartado sobre control de riesgos que produce el hombre, como la inspección de ácidos y gases, y las acciones y rutas que deberán tomarse para evitar daños, agregó.
Informó que se acordó entre las autoridades que participan en la elaboración del Atlas de Riesgos solicitar copias al IMIP para tenerlo en las diferentes dependencias, tanto estatales como municipales.
“Y no nomás que lleguen, sino que se empiecen a hacer los ejercicios que cada dependencia debe llevar a cabo”, expresó.