Cinthya Ávila/
El Diario
Hace 13 años Nancy Canales llegó a instalarse con sus cuatro hijos en una vivienda de Eco 2000. La persona que la ocupaba anteriormente se la “cedió” a cambio de 8 mil pesos. “Ya no podía pagar renta y aproveché”, relató.
La estabilidad que tuvo por 13 años se desvaneció el pasado martes cuando a causa de una explosión el tercer nivel del condominio se derrumbó.
“Tronó muy fuerte, como si fuera una bomba. Mi casa parecía que también se iba a caer”, comentó.
Desde ese día la madre de familia y sus hijos no han vuelto a entrar al apartamento que permanece acordonado, y ahora no tienen un lugar dónde vivir.
Ayer en compañía de Blanca y Kevin, dos de sus cuatro hijos, sólo contemplaba el que fue su hogar.
Para Blanca, de 25 años, la situación se agudiza, pues es madre de dos niñas de 3 y 7 años y está en espera de su tercer bebé.
Nancy Canales comentó que una de sus hijas es discapacitada y por los cuidados que requiere le perjudica todavía más no tener un sitio para habitar.
“Ahorita nos están prestando aquí cerca, pero no tenemos a dónde ir. Me gustaría que nos ayudaran, aunque sea con cobijas”, comentó.
A la incertidumbre que vive la familia se suma que posiblemente la construcción sea demolida, por los daños que representa.
Lo que pudieron rescatar de sus muebles están apilados y cubiertos por una lona a unos metros del inmueble afectado.
Una cuadrilla de la Dirección de Servicios Públicos realizaba labores de limpieza. La dependencia informó que se retiraron en total 42 toneladas de escombro.
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