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Estrenaban ‘su casa’ y les explotó

Fernando Aguilar/
El Diario

2016-11-16

Ramón y Dailín celebraban la tarde del martes que se habían ido a vivir juntos. Se instalaron en una casa del fraccionamiento Eco 2000. Pese a que legalmente no era suya, eligieron hacer ahí su vida en pareja.

Para festejar, el hombre de 18 años y la mujer de 15, tenían invitados a comer. Prepararían flautas y chile con queso, dijeron quienes tenían plan de asistir. Habían cortado la verdura, pero se dieron cuenta de que el tanque de gas estaba vacío y mandaron llenarlo.
Poco después el cilindro estalló, los dejó a ellos y a otras tres personas gravemente heridas.
Argelia Ontiveros Aragón presenció el accidente ocurrido el martes por la tarde y recuerda las escenas mientras los bomberos sacan los muebles de las seis viviendas que integran la unidad que ahora tendrá que ser demolida por seguridad. El fraccionamiento se encuentra en la avenida Santiago Troncoso
“El señor del gas se tardó”, cuenta la mujer, madre de uno de los lesionados. “Explotó. Los dos (Ramón y Dailín) estaban adentro. Mi yerno y mi otro hijo fueron a ver qué pasaba. Y nada, ¡que estaba el tanque y unos gritotes que tenían! Mi hijo se afectó más porque de avorazado abrió la puerta para salvarlos”.
En el área de cuidados intensivos del Hospital General Regional 66 del IMSS convalece Luis Enrique Jáquez Ontiveros –hermano de Ramón–, quien, de acuerdo con los reportes, ingresó con quemaduras de segundo grado que le cubren el 80 por ciento de su cuerpo.
Ahí también está Fernando Sandoval Esquivel, el trabajador de 45 años de edad de la empresa de gas que manipulaba el tanque; sus quemaduras cubren entre el 60 y el 65 de su superficie corporal.
Ramón Nevárez Moris, el padre de la pareja de Dailín, permanece en observación en el Hospital General de Zona 35.
Dailín Moreno Ávalos y Ramón Irving Nevárez Jáquez están aislados en el Hospital General de la Secretaría de Salud, donde él convalece con quemaduras de primero y segundo grado en 30 por ciento de su cuerpo –brazos y tórax– y ella, según informó la Jurisdicción Sanitaria II, con heridas menos graves.
Afuera, las seis familias que vivían en los tres pisos del condominio, que tiene otras seis viviendas en el lado oriente, buscan con desesperación un lugar dónde quedarse.
Por ahora, la solución más viable es que o se queden con familiares o lo hagan en una casa provisional que tramita la diputada local Liliana Aracely Ibarra Rivera, del distrito donde se ubica Eco 2000.
“Vamos a ir con los que se encargan de recoger las casas abandonadas de Infonavit. Nos van a ayudar para ver si ya tienen el puntaje necesario para obtener una y poderlos ayudar. Se llama Consultores Profesionales Corporativos. Tienen ahorita algunas casas para venderlas”, dijo la legisladora.
Consciente de que quizá la empresa –que no fue identificada oficialmente– no vaya a hacer esta tarea por ellos porque no habitaban las viviendas de manera legal, Andrea Hernández Juárez sólo espera que le vaya bien el tiempo que se quede a dormir con su hija.
Con tristeza mira los enseres domésticos mojados, debido al agua que les cayó.
“Yo estaba trabajando, cuando me bajé del (camión) Especial miré algo raro. Me vine corriendo a ver qué había pasado. Cuando vi mis cristales rotos y las cortinas quemadas, pensé lo peor y me puse a llorar”, relata la empleada de maquiladora al contemplar desde afuera lo que un día fue su casa. (Fernando Aguilar / El Diario)

faguilar@redaccion.diario.com.mx

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