Fernando Aguilar/
El Diario
Sin distinción de edad, sexo o nivel socioeconómico, las caries y las enfermedades de las encías son los males que más afectan a la población aquí porque la higiene bucal todavía no logra cobrar la suficiente importancia para prevenirlos, señalan especialistas.
En este escenario, las autoridades sanitarias ven con asombro cada vez más casos de niños que apenas cursan la primaria y ya tienen piezas dentales casi destruidas.
De acuerdo con los registros que lleva la Jurisdicción Sanitaria II, el año pasado los odontólogos de esa división de la Secretaría de Salud atendieron 36 mil 417 consultas y llevaron a cabo 324 mil 364 acciones curativas o preventivas a personas de todos los grupos de edad.
Este año hasta septiembre pasado, los profesionales habían hecho 28 mil 485 consultas y habían puesto en marcha 245 mil 351 tratamientos para curar o prevenir éstas y otras enfermedades.
María Elena Ponce Vargas, coordinadora de Salud Bucal de la Jurisdicción Sanitaria II, explica que el hecho de que sean la caries y la enfermedad periodontal las que aquejen en mayor medida a la población se debe a la “poca cultura” que sobre esta materia prevalece.
“Tenemos malos hábitos de aseo oral. No usamos una buena técnica de cepillado, no usamos el hilo dental. No sabemos cómo detectar la placa que se acumula en la cavidad oral. El cepillado no es el correcto y las bacterias se siguen acumulando, causando esas dos patologías”, sostiene.
Para Armando Uribe, cirujano dentista especializado en cosmética dental en un consultorio localizado en la avenida De las Américas, todo ello es una consecuencia de la falta de prevención que muchos se resisten a adoptar.
Desde su experiencia, el odontólogo insiste en que, además de caries y problemas gingivales, otro grave inconveniente que también se presenta con mucha frecuencia es el sarro, que, en el caso de sus pacientes, 9 de cada 10 lo tienen.
“La falta de higiene trae todos los problemas”, advierte. “Siempre al levantarnos con mal sabor de boca nos limpiamos los dientes, pero ya en la tarde no nos importa y en la noche, que es lo más importante, tampoco. Tristemente nuestra cultura no es de prevención”.
Los expertos recomiendan sobre todo no olvidar llevar a los niños a los centros de salud para que ahí sean revisados, así como otras medidas generales que benefician a todas las personas: hacerse una limpieza dental dos veces al año y lavarse los dientes tres veces al día, sin olvidar hacerlo por la noche.
También aconsejan utilizar hilo dental porque el simple cepillado no es capaz de limpiar los espacios interdentales, donde suele acumularse el sarro.
“Nunca es tarde para empezar a cuidar nuestra boca. Es una parte estética de nuestro cuerpo y una parte funcional también”, sostiene Ponce Vargas. (Fernando Aguilar / El Diario)
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